Estos días me da la impresión que ha pasado algo desapercibido un comunicado: El de la conferencia episcopal española.
El frente clerical español que realizó un sobresaliente servicio en la lucha
contra el comunismo y el separatismo durante la guerra y posterior dictadura franquista y que durante los últimos 40 años no ha dudado un instante en posicionarse junto a la violencia de estado y a favor de la represión que sufre Euskal Herria, a parte de ser uno de los pilares negacionistas de la nación vasca, ataca de nuevo.
La comisión permanente de obispos de esta influyente secta en España, en un comunicado que consta de 10 puntos titulado Nota ante las elecciones generales de 2011 se dirige la sociedad incidiendo en cuales serán sus ejes de cara a las proximas elecciones generales a modo de guía espiritual-electoral.
Por una parte, como era de esperar, dan cuenta de su apoyo a una educación católica, de la limosna para mantener la desigualdad social, de su desprecio a que la mujer tenga libre elección sobre su cuerpo, unido todo ello a la retórica homofóbica que nos tienen acostumbradxs y a ese aire de superioridad que imprime el fundamentalismo sobre los “no creyentes”.
En esta ocasión el nacional-catolicismo deja las tres últimas de sus diez recomendaciones espirituales dedicadas a la unidad de españa.
En el punto 8 balbucean sobre la legitimidad del nacionalismo o regionalismo (¿Sano?) pero añaden que “es necesario tutelar el bien común de la nación española en su conjunto, evitando los riesgos de manipulación de la verdad histórica y de la opinión pública por causa de pretensiones separatistas o ideológicas de cualquier tipo”. Pues eso, que los cristianos pueden ser nacionalistas o regionalistas pero que no se les ocurra votar a un partido que ejerza ese nacionalismo si eso va en contra de la unidad sacrosanta de España, de una interpretación histórica diferente a la española oficial y además es independentista.
En el punto 9 nos recuerdan que “Una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población”. Esta recomendación de cara a las elecciones simplemente es cobertura eclesial ante las ilegalizaciones fascistas aún vigentes, un apoyo explícito a la violencia de
estado.
En el último punto, el 10, expresan su temor a una implicación internacional que ayude a una resolución justa al conflicto político que enfrenta a España con Euskal Herria y acota las posibles medidas de acuerdo a la legalidad vigente. “Ante los desafíos que se presentan a la comunidad internacional, son necesarias políticas guiadas por la búsqueda sincera de la paz, basadas en el respeto al derecho, nacional e internacional”.
En 1512 mediante la bula papal Pastor Ille Caelestis de Julio II, se llevó a cabo la invasión del Reino de Navarra (lo que quedaba ). En 1513 vendría otra. Amenazas y excomuniones promulgadas por el Vaticano ante presiones diplomáticas que fueron el terreno justificante de invasiones, ocupación y muerte en tierra vasca.
Llegados al 2011 no han pedido perdón sino que se mantienen en sus posiciones. La iglesia católica ha defendido y defiende una estrategia político-militar para por una parte negar la existencia de la nación vasca que previamente ayudaron a dividir y conquistar y por otra defender los privilegios soberanos que se derivan de esa ocupación. Y como no podía ser de otra manera desde unas posturas retrogradas y derechistas.
Debería tenerlo muy claro Bildu o cualquier partido abertzale a la hora de colaborar, participar o dar visos de legitimidad a esa infraestructura católica en nuestra tierra y la comunidad cristiana de base debería romper amarras definitivamente con los lazos impositores de la iglesia española. Simplemente por sentido democrático, porque desde una perspectiva personal, social o nacional tampoco debería haber ninguna duda.
Se podría hablar largo y tendido de la sistemática campaña manipuladora en contra de la izquierda abertzale en la que numerosxs niñxs y jovenes son aleccionadxs en muchoscolegios y centros de estudio de Euskal Herria. Campaña que ha provocado sufrimiento en muchas familias e intentos de marginación y señalizacion de lxs que no tragaban. Y no hablo solo de entornos del opus sino de colegios bajo la influencia política del PNV. Pero eso igual será en otra ocasión.
Borroka Garaia da! 