De presupuestos y reformas fiscales

El bloque neoliberal PNV-PSOE-PP ha presentado su batería de enmiendas a la totalidad al proyecto de presupuestos de la Diputación de Gipuzkoa. Los tres. Lo que no ha hecho el PNV con el gobierno de Lakua al que solo ha presentado enmiendas parciales lo va a hacer en Gipuzkoa.

La táctica de bloqueo en Gipuzkoa al no contar Bildu con mayoría absoluta es un hecho. Bildu necesitará el apoyo de al menos uno de ellos para sacar adelante los presupuestos.

El PSOE sacó a relucir el fantasma de la “paralización de Gipuzkoa”,criticando el rechazo de Bildu  a proyectos como el TAV, el puerto exterior de Pasaia etc… de cara justificar su enmienda a la totalidad.

Por su parte PNV y PP están funcionando al unísono en materia económica. Recientemente han alcanzado pactos  presupuestarios en Bizkaia y Araba. La oposición destructiva jeltzale al estilo escuálido en  Venezuela como hemos podido ver ante las consecuencias de las pasadas inundaciones está sacando el lado más oscuro de un partido que se resiste con uñas y dientes  no solo ya al avance consumado  del abertzalismo de izquierda sino a medidas que vayan en contra de los intereses económicos de las élites y redes clientelares a las que se deben. No sorprende pero es una constatación.

La sintonía del PNV y PP va más allá. Son síntomas que junto a otros indican que ya existen de facto acuerdos entre estas dos formaciones que incluso con bastante probabilidad apuntan a un gobierno de coalición de cara al parlamento de Gasteiz. El PP pese a su holgada victoria en España es consciente que el pacto PSE-PP que mantiene al mirada perdida de  Patxi Lopez no tiene ningún recorrido con la presencia de la izquierda abertzale en las próximas elecciones. Ya que precisamente su ausencia forzada y el colaboracionismo del resto de fuerzas fue lo que posibilitó ese pacto, al que algunxs llaman “anti natura” pero que es de lo más natural ya que los intereses nacionales  y de clase que ambos comparten son los mismos. Y la “razón de estado” (español por su puesto) guía sus pasos.

Reforma fiscal

Bildu  ya hizo pública su intención de «romper con la política fiscal desarrollada durante los últimos 30 años» como así han explicado sus portavocxs «que ha estado encaminada a favorecer a las rentas más altas y de capital». Siempre teniendo en cuenta que «con la iniciativa, que mantiene los contenidos aprobados en Gipuzkoa, se abre la puerta para afrontar ese cambio. Nuestra reforma fiscal sería más ambiciosa, pero vamos a ir poco a poco, e igual nos encontramos en esta legislatura que, en vez de una reforma, hay más».

¿Esta yendo Bildu demasiado poco a poco?

Para el sindicato ELA parece que sí. Que se concentró frente a la Diputación de Gipuzkoa en protesta por una reforma fiscal a la que tildan de “intrascendente”. El problema de ELA es que no se puede tocar las campanas y andar con la procesión a la vez. La falta de compromiso de este sindicato en numerosos apartados hace, entre otras cosas, que la fuerza de Bildu no sea incluso mayor ya que su vaguedad ante las elecciones y su falta de concreción no sitúa los parámetros políticos correctos para potenciar, en ese caso que Bildu tuviera más potencia y desde esa implantación más fuerte tomar medidas más atrevidas al tener una correlación de fuerzas más favorable.

Que además desde dentro de ELA los sectores más cercanos al PNV intenten erosionar a Bildu no es algo descartable ya que en la ofensiva jeltzale para bloquear a la izquierda abertzale no van a tener complejos.

Sin embargo no se puede obviar que realmente la reforma fiscal que está impulsando Bildu con el apoyo de diversos sectores resulta insuficiente pero no debería olvidarse  tampoco que la apuesta está en buena dirección. Y eso es importante.

Que gente humilde y trabajadora de a pie de calle que tuvo que adquirir una responsabilidad institucional  tuvieran que tomar las riendas ante un panorama ilegalizador y  represivo muy oscuro dice mucho. Pero tampoco se pueden obviar ciertos aspectos.

Perspectivas

Se hace imprescindible un análisis coherente entre movimiento popular, sindicatos y el movimiento soberanista de izquierda a nivel institucional para marcar plazos y líneas de actuación. Cuanto más asamblearia y democrática sea esta coordinación más efectivos serán los resultados. Es posible que se esté fallando ahí. Pero esto no ha hecho mas que empezar.

Actuar con más energía y efectividad en el aspecto social, como ocurre en todos los apartados es algo que no se puede hacer simplemente desde las instituciones. El cambio social requiere fuertes dosis de energía en todos los rincones de Euskal Herria y las instituciones tienen que ser reflejo de ello. En las instituciones se está reflejando el estado actual de esa lucha concreta de liberación social. Activemosla como se debe y ya habrá tiempo de girar a quien haga falta si está de espaldas a la corriente popular.

No actuar con miedo a los reaccionarios tambien será un valor político importante de cara a las instituciones. Ya que no se debe olvidar que todo paso de avance social trae consigo una reacción de los ejes que imposibilitaban ese avance. Habrá confrontación. Y no debe de haber miedo a ella. Si Bildu no quiere fallar al pueblo abertzale de izquierda solo tiene que abrir las orejas  y actuar en comunión a la voz de la calle. No desde una atalaya sino mano a mano con el movimiento popular. En eso se está. Incidamos más.

Existe un debate pendiente de cara a reforzar la lucha social y enfrentarse a la crisis sistémica en los parámetros que se debe y se merece. No hay ningún sector que no tenga responsabilidad en ello. Instituciones, sindicatos , movimiento popular y sociedad en general van a tener que dar pasos en ese sentido y cuanto antes mejor.