Radio crimen emitiendo

Autor: Borroka garaia da!

Ayer ojeando el diario Berria me topé con una pequeña nota informativa sobre Lokarri en relación a que la próxima semana se van a hacer públicas las conclusiones del “Foro Social por el proceso de paz en Euskal Herria” que se realizó el pasado marzo en Iruñea y Bilbo. En el texto se hace mención a un reportaje publicado en la revista Haritu donde Lokarri y Bake Bidea analizan las pasadas jornadas. Así que ni corto ni perezoso fui a leer la revista, y me quedé especialmente con la editorial que más o menos es la síntesis del mensaje que quieren lanzar.

Al acabar de leer la primera frase de la editorial ya me había venido la tonadilla de una alegre canción a la cabeza, así que opté por pincharla con la esperanza de que me ayudaría a digerir la lectura que me esperaba. Y es que eso de que “Ha transcurrido más de un año y medio desde que ETA anunció el fin de la violencia.” puede conmigo y me hace entrar en cierto trance de duda si es que nos toman por memos o realmente creen que “la violencia” es marca registrada de la resistencia vasca. Así que corrí un tupido velo y seguí leyendo mientras la voz de Evaristo, al parecer de las pocas personas que aún mantienen cierto temple, inundaba mi habitación.

Ante la incapacidad de poder estructurar un discurso creíble, la editorial recurre al manido de que “la situación es infinitamente mejor que en el 2009 “ e incluso se toman la libertad de indicar cuáles deben ser las estrategias del MLNV y qué es y no es eficaz. Sin embargo la única verdad objetiva es que se mantienen todos los mecanismos de opresión nacional y social del 2009 y que la injusticia campa a sus anchas. Y la justicia es la base donde se construye la paz. La de cartón piedra solo se construye en la “pacificación”. En un momento donde la clase trabajadora vasca sufre el mayor ataque en décadas, cuando los preso políticos están en una situación que ha empeorado y donde la represión no tiene ningún viso de desaparecer resulta inquietante entrar en comparaciones temporales.

En el texto se achaca al ámbito de la izquierda abertzale ciertas voces de impaciencia e inquietud, aunque a mi realmente esa fue la impresión que me inspiraban los autores de lo escrito. Se les notaba inquietos y algo impacientes. Inquietos por la imposibilidad de argumentar que realmente exista un proceso de paz, cosa que por otro lado es lógica porque no existe, y sin embargo la violencia si que sigue existiendo. Hay una parte que no reconoce la misma existencia del conflicto (precisamente la parte que lo inició), y no es que quiera enfrentarse a su solución sino que camina en sentido opuesto. Tampoco quiere si quiera entrar en términos pacificadores ya que la otra parte se ha auto-pacificado. Podemos decir a modo de conclusión que no existe “voluntad” para dar solución al conflicto y que una parte no está interesada en ello. Obviamente esa parte es la que políticamente es la vencedora y el status-quo le es favorable. No quiere cambiar nada, porque el estado actual de las cosas es opresión nacional y social, su opción. Además es Estado.

En realidad el debate de fondo es muy simple. Es el choque entre dos concepciones enfrentadas. La que cree que entre el opresor y el oprimido se pueden llegar a acuerdos resolutorios que convengan a las dos partes fruto de un diálogo o negociación y la que cree que los opresores y oprimidos tienen intereses irreconcialiables y en el caso de llegar a acuerdos en negociaciones será mediante la lucha entre ellos. La primera opción es irracional, y rebatida sistemáticamente por la historia de la humanidad y la segunda opción está contrastada en la lucha de clases como motor de la historia y es un axioma básico de la izquierda revolucionaria y del sentido común que no ha sido nadie capaz hasta el día de hoy de rebatirlo con datos encima de la mesa. Ni siquiera en Irlanda del Norte,a la cual hacen mención expresa en la editorial ya que una vez más, no hace falta ser experto internacional para saber que el proceso irlandés alcanzó acuerdos multilaterales debido al poder fáctico del ejercito republicano irlandés. Y el que diga lo contrario nos intenta engañar.

Por lo tanto, resulta totalmente claro y transparente que el hecho de que exista un bloqueo es consecuencia directa de que la sociedad vasca aún no tenga el poder suficiente para contrarestar al opresor y todo lo demás son aspectos secundarios y dependientes de ese factor. La única manera de desbloquear es construyendo ese poder, esa presión ,esa confrontación a través de la lucha popular o los medios que se consideren más oportunos en cada contexto. Que no tienen porque ser siempre violentos pero si que tienen que ser de presión,de confrontación y de enfrentamiento. No avanzar en esa línea alimenta la credulidad del oprimido y le hace creer que el mismo por sí solo puede cambiar la situación sin enfrentamiento por lo tanto hay que decir serénamente y sin inquietud que las conclusiones que nos vendrán la próxima semana ya se pueden intuir cuáles van a ser.

Radio crimen emitiendo
Todo es como debe ser,
todo va como tiene que ir,
todo es como debe ser,
todo va como tiene que…
Los currelas queman una estación
digamos que es un día feo y gris.
Todo hace suponer
que acabarán pegaos a la pared.
Policía en formación
digamos que es una provocación.
El dinero pide más
sacrificados por la paz social.
Y Radio Crimen que te ladra sin parar
tú no eres, tú no existes.
Parababambambam no te fíes más
ni de ti ni de los demás.
Bambambam quedarás a un lao
en las garras de la caridad.
Todo es como debe ser,
todo va como tiene que ir,
todo es como debe ser,
todo va como tiene que ir.
Radio Crimen emitiendo…

+ Jonan, pero no el de Baraka