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Autor: Borroka garaia da!

En Euskal Herria muchas veces tras diversas iniciativas se ha hablado de momento histórico, punto de inflexión, cambio o incluso de nueva era. Lo cierto es que en escasas ocasiones eso se ha traducido realmente en lo anunciado. Lo que no iba a ser ya nada igual ha acabado siendo muy similar. Tras la efervescencia de sentimientos luego la realidad se ha impuesto. Una realidad en demasiadas ocasiones amarga o cuando menos agridulce.

Esto ocurre en primer lugar por el ansia acumulada tras tantos años de proceso de liberación, que ante hechos positivos o negativos lleva algunas veces a exacerbarlos extremadamente sustituyendo paulatinamente el análisis critico por los impulsos del pensamiento ilusorio.

Tras la ruptura del acuerdo de Lizarra-Garazi ocurrió con los aspectos negativos, y en los últimos años está ocurriendo al revés, con los positivos. Buscar el equilibrio es necesario. Nunca hemos estado al borde del abismo y desgraciadamente tampoco al borde de la victoria.

Para acercarnos a ese borde de la victoria hay que saber aprovechar esos momentos que se pueden intuir como puntos de inflexión. Para que realmente lo sean, la clave está en el seguimiento posterior, en lo que ocurre después y no en lo inmediato de una jornada o un acontecimiento.

Desde esa perspectiva, nadie de los y las que participamos el domingo en la cadena humana de Durango a Iruñea podemos darnos por satisfechos. Hacerlo supondría no canalizar la energía generada además de empujar ese vector que quiere recluir el derecho de autodeterminación a mero folclore reivindicativo mientras que las cadenas de la dependencia se refuerzan día a día.

La pregunta es ¿Qué hacer ahora?

El día anterior a la movilización escribía que sin prisas pero sin pausas, debería ser el pistoletazo de salida para un proceso constituyente donde Euskal Herria sin permiso de los estados de un salto en la estrategia de construcción nacional y social de cara a construir un proceso donde el pueblo vasco decida con todas sus consecuencias. Un proceso donde de manera directa y transparente se consulte a la sociedad vasca si quiere ser independiente. Y si el resultado es positivo, un proceso popular en los mismos términos para llenar de contenidos nuestra soberanía.

Eso escrito queda muy redondo y posiblemente sea compartido por amplias capas de la sociedad vasca, que no pueden ni quieren esperar el beneplácito de los estados, mas aun cuando no existe a día de hoy nada que les pueda forzar a respetar los derechos nacionales y sociales, así que la pregunta a realizar no es solo el qué sino el cómo.

¿Cómo realizar un proceso constituyente donde la sociedad vasca decida su destino sin limitaciones? ¿Quién lo debe de impulsar? ¿Qué mecanismos y estructuras son necesarias para tal labor? ¿Existen condiciones previas para empezar algo así? ¿Cuáles son? ¿Están cumplidas , faltan algunas? ¿Se generarán en el mismo proceso, caerán del cielo? ¿Es del ciclo electoral del que hay que estar pendiente? ¿De Sabin etxea? ¿De la troika? ¿De Rajoy?

Hay que empezar a visualizar el cómo, para que coja fuerza el qué. De momento estamos en el punto cero. Y en el punto cero seguirá de canalizar esta movilización en una nueva movilización anual, o en nuevas movilizaciones de no plantearse una hoja de ruta de un proceso constituyente para ejercer la autodeterminación. Con la hoja de ruta y un objetivo claro, tanto la pasada movilización, como futuras iniciativas alimentarán un proceso concreto, entonces sí habrá sido un punto de inflexión, y no la nada que tenemos actualmente en las manos. Una nada fácilmente asimilable e instrumentalizada para estrategias partidistas o vías de contención social a través de las instituciones y la ley española y francesa.

¿Acaso es una locura la conformación de una autoridad nacional vasca fuera del juego partidista, sin obediencia a ninguna ley ajena mas que a la voluntad del pueblo vasco, que reúna a un amplio espectro de la sociedad y que tenga como objetivo un debate nacional de cara a una hoja de ruta y a ser el motor del proceso para ejercer la autodeterminación y hacer que se exprese esa voluntad?

18 thoughts on “¿Y ahora qué?

  1. Yo el peligro que veo es el de siempre, que se lance una campaña potente y que no se mantenga hasta el final. Cuanto esfuerzo se puso en las campañas por la repatriacion de finales de los noventa?. Cuanta gente se movilizo contra el TAV y tantas otras cosas?. Cuantas se abandonaron pasado algun tiempo?.

  2. ¿Y ahora qué?
    Joder… no seas pesimista. Después de la cadena humana el estado esta KO.. ya no aguantan nuestra lucha. Una cacerolada más y el enemigo va al suelo.

  3. “¿Cómo realizar un proceso constituyente donde la sociedad vasca decida su destino sin limitaciones?…”

    No es posible, o mejor dicho no es aplicable en el presente. ¿Pretendemos poner el carro antes que los bueyes?. Ya, ya, excusas para la inacción, ¿eso me iba a reprochar alguien, no?.

    Mirad, se que es un tópico pero no somos el ombligo del mundo, siento ser tan crudo y ruego a lxs de Bilbo no se depriman ante semejante constatación.
    También os digo, dejad que se desarrollen los acontecimientos que devendrán de la “katarxis” activada y veréis vuestros anhelos cumplidos y si acaso superados, a su debido tiempo y en su justa medida. Por fin el camino es ya visible, queda desbrozar y delimitar la ruta para las personas de la de las bestias. Bueno, algunas bestias serán admitidas pero ya es otra historia.

  4. Buena pregunta. Como siempre el peligro de perdernos en el camino y dar vueltas y más vueltas sin avanzar en las plasmación real de un avance soberanista a pesar de tener unas energías como las del pasado domingo.

  5. No creo sinceramente que la campaña Gure Esku Dago haya significado un avance ni cualitativo ni cuantitativo en lo que se refiere a las correlaciones de fuerzas. Los que de manera previa estábamos a favor del derecho a la autodeterminación y a la secesión, seguimos y persistimos, y no se ha logrado atraer a nuevos sectores sociales. Por qué? porque ha sido un mirarse en el ombligo desde parámetros estrictamente nacionalistas-identitarios, y se ha despojado a la autodeterminación del derecho, no a ser un “Estado en Europa”, sino a ganar soberanía para iniciar un proyecto de Euskal Herria al margen de la Unión Europea, del Imperialismo y hacia un postcapitalismo en transición hacia el socialismo. Tratar de despolitizar, convertir en algo aséptico la independencia y el derecho a la autodeterminación, es pensar que la lucha de clases no se haya presente en Euskal Herria. Tratar de despolitizar el derecho de autodeterminación y la independencia, es crear una trinchera de retaguardia al capital vasco y al PNV, para el día que decida que su marco natural de acumulación y de explotación, deje de ser el Estado español, y de pronto se hagan independentistas y demócratas que apoyen el derecho de autodeterminación. Ese día, se buscara crear un Frente Nacional, para crear una hipotética Suecia, y quizás hasta nos homologuemos de cara al imperialismo.

    El Estado contra las cuerdas? El Estado sabe que Gure Esku, de igual manera que la manifa nacional de enero, pasarán, morirán de éxito incluso, pero mientras la estrategia se funde sobre el límite estructural de un 25% de independentistas, sin asumir la contradicción principal y fundamental entre capital y trabajo, y que la lucha de clases es el motor de la historia, seguiremos muriendo de éxito.

    La catarsis ocurrirá cuando se desarrolle una estrategia en la que Independencia y Socialismo sean un único movimiento histórico de emancipación, en la que se identifique al enemigo, se le combata política e ideológicamente, y se trate de rebasar el 25% al que parece aspirar la nueva estrategia, pensando en instituciones, resultados electorales, interclasismo y de vez en cuando buscando catarsis, en las que se desprecian pancartas a favor de la lucha de clase, se toleran las cadenas de Navarra el reino, y las banderas rojas y negras no se toleran por si se hace enfadar a ciertos sectores pequeñoburgueses y de la aristocracia obrera, que quieren más migajas a cambio de su apoyo al capital, en una Euskal Herria independiente o sometida al imperialismo, porque para el caso, les es indiferente.

    El argumento de: primero creemos país, seamos independientes y luego ya veremos, me suena a un nuevo Estado capitalista opresor con su pueblo, sometido al imperialismo de la Unión Europea, con un supuesto patriotismo reaccionario, en el que las clases hayan desaparecido como por arte de magia.

    Mi marco nacional de lucha y de vivencia cotidiana es Euskal Herrria, pero será mi patria el día que junto a la Ikurriña, sea ondeada la de mi clase, sea la roja o la negra. Mientras tanto, persistiremos en nuestro objetivo socialista, para una Euskal Herria en la que los y las trabajadoras tengamos el poder.

    Y aún así, allí estuve, en la cadena humana, con mi compañera, con mis dos hijos, pero no por ello renunciando a que Independencia sin socialismo es folclorismo, acumulación interclasista, esencialismo y renuncia a nuestro futuro como sociedad socialista en el mundo.

    • Oso ondo Jon, oso ondo …

      Ni eres el unico, ni estas solo, aunque nos traten de callar, de confundir, de distraer y de robarnos la cartera en el descuido. Las cosas claras, antes, durante, y despues.

      En este blog nadie se has manifestado “en contra de” la movilizacion del domingo, es mas, todos estaremos de acuerdo en que hacen falta mas, muchas mas, y si son mas masivas aun mejor. La mecanica de esta estrategia es simple, ¿que significa en pocas palabras el multi-mencionado “derecho a decidir”?. Que los afectados o poblacion objetivo por una decision de caracter gubernamental (o de otro tipo) tienen derecho a expresar su opinion, llegado un momento a que sea vinculante, aplicandose a un conjunto de esferas diversas: desde el derecho a decidir que tienen todas las mujeres sobre su propio cuerpo, al que tienen los canarios a que sea tomada en cuenta su decision sobre futuras explotaciones petroliferas, o al que tienen diferentes poblaciones sobre su estatus politico. En consecuencia, la genesis de un derecho como este es diferente al de derecho de autodeterminacion, aun y cuando uno u otro puedan estar legislados, es decir reconocidos por ley (solo la extrema derecha puede sostener aquello de que no hay mas derecho que el que la ley recoge; la fuente de los derechos puede ser ajena a la legalidad vigente como ha sido el origen de muchos de los derechos, por ejemplo, el derecho a la huelga o al voto de las mujeres ).

      La estrategia es clara, agrupar al mayor numero de gente, que tras un generico derecho a decidir, en este caso, el de pronunciarse mediante referedum sobre el estatus politico y pertenencia de un Estado. El concepto clave, mas alla de que se sea o no se sea independentista cada quien, es reconocer que se tienen “derecho a decidir” sobre ello, y ese es el nudo de fusion. En la medida que un movimiento tal, adquiere una participacion masiva, tras una y diez cadenas humanas mas, se convierte en un manifestacion mayoritaria , Ningun Estado puede hacer ajeno a ello, y tendra que responder de alguna manera, aunque de principio haga oidos sordos, y ponga a todos sus voceros a rebuznar por los medios de prensa. Quien habla de democracia, debera de ejercerla; solo quien se oponga a ella, hara uso de la coercion, la negacion de la voluntad popular.

      En esto estamos todos de acuerdo, me parece. Lo que algunos estamos en duda, es que debido a su simpleza, esa estrategia puede tener un proceso de disolucion interno, ya que se basa sobre una argumentario y redes de cohesion social interna que pueden saltar por los aires, al pretender pasar por encima todo tipo de contradiciones sociales inherentes. En consecuencia, el handicap de una estretegia asi, es que si bien funciona como el cava (o el champagne) que explota y se desparrama a traves de toda su espuma, la prueba de fuego es la capacidad de resistencia. Y para todo ello, hace falta algo mas que un discurso vehicular sobre derechos ….

      Porque no se trata tan solo de movilizar, sino de ser resolutivo, en los hechos, en lo material y en lo tangible,.

      Bien, estamos en la fase movilizatoria ya se iran viendo nuevas cosas.

      saludos.-

  6. Creo que si atamos a las bases realmente abertzales del PNV y a las gentes de izquierdas no vascofobas tenemos todo ganado, pero sin toda esa gente seguiremos haciendo grandisimas e importantisimas movilizaciones, pero no tendremos suficiente musculo para provocar un cambio real.

    Realmente ha sido tan grande el esfuerzo para llevar a esos dos grupos a la cadena de ayer por ejemplo? o a los lantaldes que han estado meses pegandose con la carta de derechos? a mi no me lo parece, pero solo es mi opinion.

    • Eta zein da arazoa? Ez zaizu gustatzen? Ondo, niri bai, orduan…? Lo mismo que Socialismo sin independencia, es folclorismo también, con riesgo hacia el más rancio españolismo.

  7. Estimado Mailua:

    Hasta que llegue esa catarsis de la que hablas, en la que se den las condiciones nacionales e internacionales… esperamos sin dar pasos en uno u otro sentido? O ¿ es que acaso la lucha de clases desaparecerá en Euskal Herria en un estado soberano y capitalista? Porque al contrario de lo que planteas, no sería crear una trinchera de retaguardia al capital vasco sino ponerlo en primera linea del enfrentamiento. Precisamente lo que ha hecho el PNV es esconderse tras las fuerzas represivas que Madrid y Paris enviaban y leyes orgánicas estatutarias sustentadas por conciertos y convenios económicos que han traido suculentos beneficios al regionalismo que se ha encargado de invertir en una “clase media vasco-navarra” que sirviera de sustento al chiringuito.

    Aquí la cuestión central sigue siendo la correlación de fuerzas. De momento, y a pesar de la crisis, el capital gana por goleada y va a ser así durante bastante tiempo en Euskal Herria y en el resto del mundo. ¿esto significa renunciar al socialismo?, evidentemente que no. Si la correlación de fuerzas fuera ventajosa para la clase trabajadora seguro que no estaríamos cuestionando qué camino seguir.

    La caída del Muro de Berlín, la desaparición del denominado campo socialista y la desintegración de la URSS, con todas las profundas implicaciones de índole geopolítica que estos acontecimientos históricos trajeron consigo, crearon las condiciones para una ofensiva del capital en toda la línea, en todos los aspectos, en todas las esferas de la vida y a lo ancho de todo el planeta. Me gustaría recordar que fue lo que hizo mantenerse al viejo MLNV, hoy extinto, combatiendo sólo en la lucha por la liberación y mantener viva la llama de la transformación social cuando el capital se encontraba en la expansión neoliberal.

    En la actualidad no existe ningún movimiento político de importancia que plantee una crítica tan radical de la sociedad ni una transformación de la misma tan a fondo y de tan largo alcance como es el socialismo. Ningún movimiento político de importancia cuestiona hoy en día las bases del capitalismo aunque si las etapas a seguir.

    Hay que prepararse a futuro con organizaciones revolucionarias que abran el camino y si es en una Euskal herria independiente liderada por la clase trabajadora pues mucho mejor puesto que será más facil ajustar las cuentas a nuestra burguesía.

  8. Yo no se porque os disparais en el pie a la primera de cambio. Lo del fin de semana fue una movilizacion descomunal, si, una movilizacion. De esas que tantas veces pedimos por estas paginas y ademas plagada de gente de todas las edades y casi todo el espectro politico…
    En fin, yo no se si sere el unico por aqui pero si creo que la confusion es ahora mismo lo que predomina en nuestras filas. Patxiku nos anuncia l allegada de tiempos interesantes, de una catarsis y tal. Pues no se, yo no lo veo. Es mas, sospecho que el exito de todas estas movilizaciones responde mas a un grito que simpatizantes y miltantes lanzan, que demuestran que estan ahi y que piden ser movilizados de forma mas efectiva, vease no solo lo del fin de semana pero tambien las movilizaciones del 1 de Mayo.
    Volviendo al tema de las macromanifestaciones y hablando mas claro, yo creo que el problema radica como se ha dicho por ahi arriba en su puntualidad. En los ultimos años se anunciaron multiples plataformas e iniciativas de todo pelo, pro-refugiados, pro-prisioneros, pro muchas cosas que no han sido efectivamente activadas. Asi que de nuevo, que se esta haciendo? Que esta pasando?.

  9. No he afirmado que no haya que dar pasos. Indudablemente hay que dar pasos. La catarsis es la forma de expresar el punto crítico, en el que la cantidad se transforma en cualidad. Mi crítica se refiere a que, desde mi modesta opinión, con la actual estrategia que yo considero esencialmente nacionalista, no creo que pueda llegarse a ese punto crítico. Las correlaciones de fuerzas, son las que son, no soy tan “entusiasta” como para pensar que estamos en los albores de la revolución socialista vasca. Pero las correlaciones de fuerzas pueden ir variando, bajo la premisa de una estrategia que lo propicie.

    La lucha de clases, no desaparece en un Estado soberano y capitalista vasco, pero no me negarás que la forma en la que se llegue a ese Estado soberano, implica una estrategia que puede alterar la propia correlación en la lucha de clases de ese hipotético estado. Lo que nos llevaría a qué sujeto, qué acumulación y que objetivos son definidos para alcanzar dicho Estado soberano. Una alianza nacionalista, en la que se ofrezca al capital un flamante Estado homologado por el imperialismo y sometido a las reglas del más puro neoliberalismo? O una estrategia en la que desde una posición de fuerza, se busque una salida de la Unión Europea, del euro, e instalar las bases para un proceso de transformación social, incluso en un Estado predominante y formalmente capitalista, pero con una correlación de fuerzas favorable a nuestros intereses? Porque no hablo de recrear una Albania en el Cantábrico, ni mucho menos… pero creo que Euskal Herria, puede ser uno de los eslabones débiles de la cadena imperialista europea.
    Esa es la diferencia en la articulación de la independencia y el socialismo. O establecer fases yuxtapuestas, en la que en la primera, de Independencia, renunciamos a que la lucha de clases es el motor de la historia, y luego el socialismo, ya veremos, o construimos un bloque nacional –no nacionalista- con un discurso, una praxis y una estrategia, que de cuenta del profundo malestar social existente y se vayan alterando las correlaciones de fuerzas para que, por ejemplo, no surjan bluffs como PODEMOS en Euskal Herria.

    La llama de la transformación social, no se apagó a lo largo de los 90, eso es indudable. De hecho yo he vivido los 90, la Caida del Muro, etc… pero las posiciones socialistas, y los y las que las defendíamos desde posiciones abertzales, fuimos siendo cada vez más minoritarios. Las correlaciones de fuerzas en el seno del MLNV, cambiaron, se transformaron, en una coyuntura en la que hasta la crisis del 2007, de práctico pleno empleo, de consumismo subvencionado por el exceso de liquidez, parecía que ser marxista era ser cavernario.
    La crisis y las consecuencias que actualmente sufrimos, cambiaron radicalmente la coyuntura. No ha sido “otra” crisis cualquiera, y sus consecuencias tampoco. Y la llama que sobrevivió a lo largo de los 90, parece que hay quien quiere dar el soplido final para apagarla. La reestructuración del capitalismo, brutal, salvaje e inexorable, ha generado las condiciones necesarias para alterar las correlaciones de fuerzas. Afirmas que no hay hoy en día organizaciones fuertes con capacidad de afrontar una estrategia socialista… pero mi opción es que sea la propia Izquierda Abertzale, la que trabaje en construir esas condiciones de posibilidad.
    El futuro es hoy, y el marco de la Carta de Derechos sociales, podía haber sido un marco adecuado para generar esas condiciones de posibilidad, con trabajo de hormiga, pero consecuente e ilusionante, pero se insistió en mantenerla con un tono muy bajo, casi hablando de ella mediante susurros, quemando a militantes que veían que no se facilitaban medios materiales, ni recursos, sin direccionalidad, puesto que aún me resulta difícil explicar en mi barrio para qué va a servir la Carta de Derechos sociales… siempre con el miedo a qué dirá cierto sindicato… pero esto nos aleja de la cuestión.

    Lo que veo, no me gusta, y ese ha sido el fundamento de mis palabras. Quizás esté equivocado, y no sea más que un cavernario sin visión y muy básico, frente a las “sutilezas” de los nuevos tiempos, pero sé que no estoy sólo, mucha gente expresa los mismos miedos, los mismos rechazos a ciertas cuestiones. Quizás el odio a este sistema nos ciega, quien sabe.

  10. Aupa Mailua:

    Dicho como lo planteas en esta ultima vez suena de otra manera. Se trata de llegar a una nueva fase con las posiciones en alza, un proceso bajo el liderazgo de la clase trabajadora y la lucha del movimiento popular.

    El problema central vuelve a ser la correlación de fuerzas pero no sólo… La hegemonia que se busca, liderada por la clase es complicada dada la coyuntura actual y lo que se arrastra en clave histórica. Recordemos otros ejemplos: el mismo proceso insurgente en Cuba no se declaró socialista hasta la toma del poder. Dudo mucho que desde nuestros parámetros hubiéramos apoyado una lucha así. Incluso hay que añadir que el mismo Fidel
    aconsejó al comandante Chavez huir de la palabra socialista debido al desgaste que tal concepto había sufrido…

    Dicho lo cual, es bien es cierto que ha existido un desarme ideológico y político tras la autodisolución del MLNV. Una cuota a pagar tras el complicado escenario que se le presentaba al Bloque dirigente. La poca flexibilidad y la incapacidad de mirar más allá de una negociación que se estaba conviertiendo en una cuestión estratégica.

    Tener cintura en la actualidad es aceptar que la escesiva centralización política y orgánica que ha caracterizado este proceso nuestro ya no es posible. Sortu no puede asumir las distintas necesidades que la experiencia vasca al socialismo tiene. Es decir, la propia lucha de clases y sus manifestaciones sociales tienen distintas ramificaciones (es lo que apunta de alguna manera Latxa) que exigen distintas tácticas.

    Creo, en mi modesta opinión, que es algo que no ha comprendido del todo la Izquierda Abertzale, empeñada en una centralización que puede ser orgánica o multiorgánica adaptada a las circunstancias actuales. Dijo Darwing que la adaptación es la supervivencia. Distintas tácticas una sola estrategia.

    Un saludete

  11. Komunista abertzale, bai komunistak eta ere bai benetako anti-kolonialistak behar dugu, koherentzia gehiago borroka guztiak aurrera eramateko.
    Maila honetan ere, kontutan hartu beharko genuke proposamen berri batzuek, hau bezala:

    file:///home/navinet/Im%C3%A1genes/Nabarkonst.jpg<

    /home/navinet/Imágenes/Nabarkonst.jpg

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