Últimas palabras de James Connolly antes de ser ejecutado
(…) Salimos a romper el vínculo entre este país y el Imperio británico y a establecer la República irlandesa. Creímos que nuestra llamada al pueblo de Irlanda era más noble y respondía a una causa más sagrada que cualquier otra a la que éste ha sido llamado durante esta guerra. Hemos conseguido demostrar que los irlandeses están dispuestos a morir luchando para ganar para Irlanda los derechos nacionales por cuya obtención para Bélgica el gobierno británico les pidió que murieran. Mientras ésta sea la situación, la causa de la libertad irlandesa sobrevivirá.
Creemos que el gobierno británico no tiene ningún derecho en Irlanda, que nunca tuvo ningún derecho en Irlanda y que nunca tendrá ningún derecho en Irlanda. Por ello, la existencia de irlandeses dispuestos a morir para afirmar esta verdad, en cualquier generación, e incluso aunque sean una respetable minoría, convierte a ese gobierno, para siempre, en un usurpador y un criminal contra el progreso de la humanidad.
Agradezco personalmente a Dios haber vivido para ver el día en que miles de irlandeses, adultos y jóvenes, así como cientos de mujeres y muchachas irlandesas, estuvieron dispuestos a afirmar esta verdad, y a demostrarlo con sus vidas, si la situación así lo exigía.
James Connolly, Comandante general de la División de Dublín
Ejército de la República irlandesa
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James Connolly
Nacido en Edinburgo en 1868, James Connolly se transladó a Dublín en 1896 y fundó el Partido Republicano Socialista Irlandés y el periódico Workers´Republic. Durante siete años hizo campaña por el socialismo en Estados Unidos, donde también estuvo trabajando como organizador para el Industrial Workers of the World. En 1913 estuvo al lado de Jim Larkin en la lucha por sus derechos de los trabajadores durante el cierre patronal de Dublin.
Fue uno de los fundadores del Irish Citizen Army, conspiró para expulsar a los Británicos de Irlanda. Fue nombrado Comandante general de la República de Irlanda durante el Alzamiento de Pascua de 1916. A pesar de estar seriamente herido, Connoly fue ejecutado en la prisión de Kilmainham el 12 de mayo de 1916.
El legado de Connolly descansa en sus escritos socialistas así como su último sacrifico en la lucha para conseguir una nueva sociedad, una nueva civilización para Irlanda y para los trabajadores.
Textos
Borroka Garaia da! 