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Autor: Borroka garaia da!

Dicen que Bertold Brecht era alemán y que murió en Berlín en 1956. No estoy muy seguro de ello pues cuando dijo que hay personas que luchan un día y son buenas, hay otras que luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años, y son muy buenas, pero las hay  que luchan toda la vida y esas son los imprescindibles creo que lo decía porque conocía personalmente a Periko Solabarria, así que igual era de la margen izquierda del Nerbion.

Había una cosa que me hacía mucha gracia cuando la gente y algunos medios hablaban de Periko Solabarria. Se sorprendían pese a su edad de lo activo que era con las nuevas tecnologías y en las redes sociales. Lo que probablemente no sabían es que Periko conocía las nuevas tecnologías cuando la mayoría de la sociedad vasca no sabía aún qué era internet. De hecho, la primerísima vez que hable con él fue por chat y hace unos 15 años, no existía aún ni facebook ni twitter ni nada parecido. Estaba chateando con alguien que no sabía quién era, y que yo pensaba que sería algún veinteañero como yo, y lo cierto es que siempre lo ha parecido, y entre una cosa y otra, entre diversos comentarios, manifas, lugares comunes y anécdotas, entre que conoces a éste y al otro, llegué a la conclusión:  la ostia pero si tu eres Periko Solabarria. Y sí que era sí. Después coincidiríamos más veces y en alguna que otra trinchera como le gustaba llamar a él a la lucha popular. Al barro donde se deja huella y no en las moquetas.

Y es que Periko siempre ha estado a la vanguardia, por la sencilla razón de que es la clase trabajadora y como su mejor título que él orgullosamente acreditaba (peón de la construcción), la única que puede estarlo. Pues son los y las de abajo las que tienen todo por ganar. Los y las débiles. El puño rojo, ese mismo que levantamos al entonar el eusko gudariak es un desafío al poder y representa la unión de muchos dedos débiles que juntos y apretados pueden formar un puño fuerte. Una fuerza obrera contundente, lista para la lucha. Ese es el significado del famoso puño rojo y que en Periko igualmente tenía forma de corazón.

No creo en líderes pero de tener un líder me alistaría a las filas de Periko dispuesto a cumplir ordenes sin rechistar ni mirar, con la confianza absoluta de que bajo ninguna circunstancia ni cálculo iba a dejar de lado a los más desválidos ni a los luchadores y luchadoras. Y eso es lo que demostró en vida en tantas ocasiones que no hay palabras y se quedan pequeñas.

Si la izquierda abertzale ha de ganar el corazón de este pueblo hacia la independencia y el socialismo, será por los caminos transitados con el pueblo trabajador vasco por bandera por personas como Periko Solabarria. No hay atajos. Debemos entenderlo.

Desde pequeño siempre he visto pintadas y pancartas expresando que las pérdidas en la lucha no se lloran sino que se remplazan. Pero me es imposible evitar este nudo en la garganta y solo se salva que esté escribiendo en el ordenador porque si fuera en papel ya no se podría leer lo escrito por la tinta borrosa y los salpicones.

Periko Solabarria ha sido toda su vida culpable de defender la justicia y caminará con nosotros y nosotras en nuestros corazones por siempre.

15 thoughts on “El último líder de la clase trabajadora vasca

  1. Si es verdad que el corazón puede doler , eso es lo que siento ahora. Y me pasa como al autor del artículo si esto fuera papel, estaría borroso, y la tinta de las palabras deshecha. La clase trabajadora lo recordará siempre.

  2. Un ejemplo de dignidad y de lucha. Siempre al pie del cañón, con los pies manchados de barro. Agur eta ohore Periko!

  3. Maldito día…Solo estuve un par de veces con el. Pero inolvidables.
    Alguien sabe si hay algún homenaje estos días?

  4. http://igormeltxor.com/2015/06/24/periko-solabarria-el-cura-que-se-hizo-obrero/

    PERIKO SOLABARRIA: el cura que se hizo obrero

    Hoy nos ha dejado nuestro querido Periko. Para el recuerdo esta entrevista publicada en la revista PUNTO y HORA (Mayo 1990), donde hace un repaso a su vida y a la situación política y social del momento.

    Su figura desastrada, arrastrando aquellos lastimosos zapatos desuelados, se hizo habitual en aquel callejón de Barakaldo, donde vigilaba, mientras sindicatos o partidos, decidían huelgas o campañas de Resistencia. Una raida gabardina, suplió a la sotana, y al fin, canalizó su vida encarnada en el anónimo ejemplo de un proletario, padre de familia, con la huella de la enfermedad de las minas. Le sacaron a la palestra política como ejemplo. Le declararon Diputado, aunque nunca le pagasen. Estuvo donde le pidieron, y sigue donde le dicen. Ahora es un trabajador más, aunque ejerza de concejal de HB en Barakaldo, solo que sin vivienda, que nunca tuvo. La solidaridad le ofrece un techo provisional a él y a su familia, Begoña, su compañera, Uxoa, Enara e Iraultza, sus hijos de 10, 8 y 6 años. Cualquier 1 de Mayo, la experiencia de Periko, es una historia del Movimiento Obrero en la Margen Izquierda de la Ria bilbaína. Periko no puede ocultar su sonrisa, todavía infantil, cuando le preguntan lo que le ha sucedido con la vivienda que le habían prestado para que viviera con su familia, en el barrio de Lutxana, junto a la fábrica Sefanitro.

    -Fue el pasado día 7 a las 10 y media de la noche. Algo comenzó a arder en el desván, justo encima del dormitorio. Sólo tuvimos tiempo de salir con Uxoa, que era la única de los tres hijos que estaba en casa, porque los pequeños dormían fuera. Los documentos que almacenábamos en el desván, propaganda de HB y cosas así, ardieron en pompa. El fuego alcanzó el tejado, y casi toda la vivienda unifamiliar que se utilizaba también como sede de HB, quedó totalmente destruída. No hubo victimas, a excepción de la gata que nos habían regalado los Enbeita, y que murió asfixiada.
    Pero su única preocupación ahora es volver a Lutxana

    -Nos han recogido en otra casa, pero mi intención es reconstruir la vivienda y volver, allí, a Lutxana, en aquel ambiente que descubrí cuando comencé a trabajar en el Puente de Rontegi.

    periko rontegi

    DIEZ AÑOS EN LAS MINAS

    La vida de aquel cura joven se enmarcó en el mundo obrero con aquel primer destino que el Obispo Morcillo le adjudicaría en la Parroquia de La Arboleda y Triano, entre mineros y emigrantes de Jaén y Extremadura, donde transcurrieron los 10 primeros años de su vida de cura.

    -El destino me marcó. Comencé dando sermones y ayudando en la escuela como maestro. Hacia de todo, hasta de veterinario. No eran católicos practicantes, y tenía que acercarme a ellos en su forma de vida cotidiana, en el trabajo. Tampoco era gente concienciada y casi ninguno estaba organizada. Comenzamos a hacer los primeros focos organizados en la HOAC y en la JOC. Luego fueron tomando otras opciones, lo más en el PC, algunos el PSOE.

    Periko Solabarria recuerda aún alguno de los que ahora están militando en algunos Partidos, y que todavía le llaman D. Pedro.

    -Recuerdo al concejal del PSOE, Sebastián Martinez, el alcalde de Gallarta, Puerto, y muchos que ahora están en HB.
    Allí en pleno fragor de una labor social de base comenzó Periko su propia concienciación obrera, entre hojas clandestinas con olor de “fiambres de currelo”.

    -Yo tenía mas conciencia obrera que nacional. Nos sentimos, sobre todo, antifranquistas esforzados en una tarea social. Pero allí nos convencimos también que no podíamos ser francotiradores, que había que integrarse en el mundo obrero.

    PRIMER TRABAJO A MIL METROS

    Su afán de identificarse con sus convecinos le llevó a dejar la sotana en su casa, y emplearse en una excavación subterránea para la conducción de agua a Ortuella. Discurrían los años 58-59.

    -Trabajábamos a cuatro mil metros de profundidad. Había que excavar hacia arriba, y se nos llenaban los ojos de residuos. Dos murieron silicóticos, los otros dos quemados tocados. La verdad, duró poco, porque aquello no había quien lo aguantase. Nos daban 1.000 pesetas por cada metro excavado, y teníamos que dejar cien como prenda de que íbamos a continuar al dia siguiente. Con aquel dinero alquilábamos un burro que nos ayudaba a acarrear los escombros. Luego repartíamos “los beneficios”.

    Comenzaron las críticas porque el cura trabajaba en aquellas condiciones. Quizá fue ese el motivo, o quizá el remordimiento del Párroco que se había trasladado a Barakaldo, dejando a Periko en aquellas condiciones. Lo cierto es que el Obispo, era ya Gúrpide, le destinó a la Parroquia de Santa Teresa en Barakaldo. Allí se fraguó el “cura Periko”, comprometido con todos los movimientos obreros clandestinos.

    -Gúrpide me dio permiso para trabajar por la tarde. Me dio un rosario y oficialmente me permitió ir a la obra de Ansio, donde se estaba construyendo la factoría de Laminación de Bandas en frío, sin sotana. Mientras cambiaba su piso por un sótano que ocupaba un matrimonio de emigrantes gallegos con tres hijos, entabló contacto con otra célula de curas obreros, el jesuita David Armentia y todo su equipo. Después llegaron todas las organizaciones clandestinas.
    Mi casa era el centro de reuniones, de encuentros. Yo me quedaba fuera, en el callejón vigilando. Socialistas, comunistas, abertzales de izquierda, Felipes, ETA Berri… Nicolas Redondo, Lalo, Los Ibarrolas, Unanue, Sartorius, Etxebarrieta, Marina, Basilio, Zallo… Al fin, me detuvieron por tres semanas, por las que me sancionaron con 200.000 pesetas de entonces. Me llevaron a Zamora, y allí conocí a los curas que estaban encerrados por colaborar con ETA…

    CONCIENCIA NACIONAL

    ¿Fue allí donde comenzaste a entender la lucha de liberación nacional?

    -En parte . Ya me había concienciado con los militantes que pasaban por mi casa. Aunque creo que los que más me llamó la atención fue conocer algunos de los que participaban en la lucha armada contra la central nuclear de Lemoiz. Allí comencé a comprender la eficacia de aquel tipo de lucha… Consideré al Frente Obrero como un movimiento revolucionario.

    Mientras Periko vivía de lleno la lucha obrera en la zona industrial, también se identificaba con los movimientos sacerdotales contestatarios. Participó en la encerrona del Seminario con el grupo Gogortasuna y allí, como los otros fue excomulgado por Gúrpide que moriría poco después…

    -Le sustituyó Cirarda, que nos levantó la ex comunión. Pero no se identificó con nuestras inquietudes. Las cosas siguieron igual. Me detuvieron dos veces, una después de la huelga de AHV, y después por propaganda y asociación ilícita. Entonces conocí la cárcel cocordataria de Zamora, y allí a muchos curas, entre otros, al madrileño García Salve…

    DE CURA A OBRERO

    Para muchos pasó desapercibida, entonces, la trayectoria de Periko de cura a obrero, o simple obrero, a secas.
    ¿Cómo dejaste de ejercer como cura?

    -A raíz de mi vuelta de Zamora me intentaron trasladar a la Iglesia a Rontegi. No acepté. Quise protestar, pero Cirarda me respondió con la inhabilitación. No me recibió cuando quise entrevistarme con él. Entonces me quedé descolgado, y poco a poco decidí vivir mi vida consecuentemente. No pedí la secularización, simplemente formalicé mis relaciones como pareja y establecí mi familia.

    Como obrero de la construcción vivió cerca todo el proceso de la Reforma. El camino del PSOE, el PC, EMK y el nacimiento de EIA, que en su primera confrontación electoral le llamó para encabezar la candidatura de Bizkaia, mientras Añua y Letamendia, Ortzi, lo hacían por Araba y Gipuzkoa.

    -No salí. Una gran parte de la izquierda abertzale optó por la abstención. Ortzi, fue el único candidato electo.
    Aquella experiencia fue, quizá, el primer compromiso político personal, y en el 77 la huelga de la construcción que le reportaría 45 días de cárcel, le introdujeron en los ambientes del Frente Obrero de ETA. Luego con la creación ce LAB llegarían otros compromisos sindicales.

    DIPUTADO

    A partir de aquellos momentos Periko siguió de cerca la evolución política de Euskadi.

    -Todo el proceso del Pre-autonómico, la dejación de algunos Partidos, sus posicionamientos contra la lucha armada, fueron fraguando su criterio. Ante las elecciones al Parlamento Vasco de 1980, me llamaron de HB. Me parecieron correctas sus posiciones, y salí elegido parlamentario para Gasteiz. Después, en 1982, me volvieron a llamar para encabezar las listas de Bizkaia para el Parlamento español, volví a aceptar y salí elegido Diputado en Madrid.
    Solabarria, el antiguo cura Periko, sabía que no ejercería como Diputado, pero aceptó el puesto testimonial, para dejar constancia de su alineación con sus compañeros de lucha… Desde entonces ha acudido cuantas veces se lo han pedido, y tiene un criterio muy acrisolado sobre los que habían sido sus compañeros de inquietudes y seguían siéndolo, y también sobre los que dejaron de serlo…

    ¿Qué diferencia adviertes entre aquel movimiento obrero de la clandestinidad y el de ahora?

    -Entonces todos estábamos en una actitud revolucionaria. Luchábamos por derrocar la Dictadura. Pensábamos en la ruptura con el sistema, y en la Autodeterminación para Euskadi. Ahora, una gran parte se ha sumido en el entramado de la Reforma. Han asumido todo el entramado del sistema.

    ALGUNOS RECUERDOS

    ¿Qué opinas de algunos de aquellos compañeros de lucha, de Nicolas Redondo, por ejemplo?

    -Era un hombre muy combativo. Recuerdo que entonces en La Naval comenzaron con aquellos procedimientos que dislocaban la presión de la patronal, con aquel sistema que llamaban la culbera. Salían algunos en manifestación por la factoría y facilitaban la incorporación de la casi totalidad de la plantilla. Recuerdo que a través de él tuve el primer contacto con Felipe González, que le defendía en un juicio en Magistratura. Estuvieron todos los líderes obreros. Fue muy brillante y ganó el juicio.

    UGT

    ¿Y que te parece Nicolás Redondo en 1990?

    -A pesar de que intentase recuperar imagen el 14-D, sigo pensando que Nicolas continúa siendo muy reformista. Aquella ocasión no pasó de ser una limpieza de fachada. Le considero culpable de que esté vigente este Estatuto de los Trabajadores, que es más regresivo que en los tiempos del franquismo. Es indudable su complicidad en el actual sistema de contratación laboral en precario. Su actitud pactista, a espaldas de los trabajadores, su agresividad con todo el movimiento Asambleario, es evidente. Solo mantienen la figura para aparecer como defensores de la clase obrera cuando todo el mundo advierte que son los que la han desarmado. En resumen, han formado una casta sindical que dicen luchar por los trabajadores, pero sin los trabajadores.

    Pero está al frente de un sindicato mayoritario…

    -Que era minoritario entonces, pero que ahora ha atraído a muchos afiliados, porque cuenta con el apoyo de medios y la influencia del sistema. Tienen mucha gente porque es más fácil afiliarte a un sindicato que no exige militancia y te ofrece servicios.

    CC.OO

    En la clandestinidad eran los más revolucionarios, a pesar de que aceptaban al sindicato vertical para dinamitarlo desde dentro. Luego, el PC y Carrillo con su Reformismo han influido en su abandono de aquellos principios. Sellaron su integración en el sistema con el Pacto de la Moncloa.

    ¿Pero todavía pueden advertirse diferencias en su actitud con respecto a la que mantiene UGT?

    -En realidad la diferencia que veo es que unos están en el Gobierno y los otros querrían estar en él. Todos han aceptado posiciones claudicantes. Creo que muchos de estos comunistas de CC.OO van a terminar en el PSOE. Casi todos mantienen una actitud de incomprensión con el tema vasco. En realidad han apoyado las luchas de liberación armadas en otros Países y no lo han admitido para Euskadi.

    ELA-STV

    ¿Y qué piensas de la ELA de entonces y la actual?

    -Entonces pasaban desapercibidas. No se les veía en la lucha obrera. Tenían dinero, pero no se les vio. Al fin y al cabo, se benefician de cotas del poder autonómico que anteponen a sus reivindicaciones de clase. En realidad apoyan una situación laboral de que se deriva de un Estatuto de Autonomía claramente impulsado por los intereses de la burguesía vasca.

    LAB y ESK-CUIS

    ¿Qué opinas de los otros sindicatos llamados minoritarios?

    -Por su incidencia tengo que recordar a LAB y ESK-CUIS. Pienso que estos últimos siguen manteniendo una postura revolucionaria y de reivindicaciones obreras sin concesiones al sistema. Incluso siguen en la postura tradicional de la lucha obrera vasca, aceptando principios que antes todos asumían, como el Derecho de Autodeterminación. En el fondo son los que más cerca están de LAB, sindicato al que pertenezco.

    ¿Qué opinas de LAB?

    -Es un sindicato de representación directa de los trabajadores. Socio-político, Asambleario que apuesta por el cambio total, y fiel a la tradicional estrategia de la lucha obrera que acepta todos los medios de defensa contra la agresión de la Patronal. Se entronca con toda la tradición de la lucha obrera vasca, incluido su interés por la liberación nacional y social de Euskadi. Incluso, se acopla a la especial sensibilidad que recogí en las cárceles franquistas, defendiendo los intereses de esa parte de la clase trabajadora que por estar como presos políticos no pueden participar en la lucha obrera.

    (P.Idoyaga)

  5. Lleva en sus venas la lucha. Periko Solabarria es un militante histórico de la izquierda abertzale. A sus 82 años es parte activa del colectivo Berri-Otxoak, porque «hay que estar en la calle para hacer frente a los poderosos y a quienes se han vendido al capital». Llama a la huelga general.

    Cura obrero, abertzale íntegro y militante. Es un ejemplo de luchador. Es el «lehendakari» de Lutxana, como le dicen sus vecinos, a los que saluda uno a uno. Es quizá lo que más define su labor en esa intensa vida. Tiene 82 años y sigue luchando «como antes», a pesar de que sufrió la represión franquista de manera intensa. Es uno de los «imprescindibles», sin duda. Para él, la calle es la manera de llamar la atención y de «romper con los mensajes que lanzan los poderosos» y «sus cómplices, los gobiernos, que son sumisos a los intereses del poder. No hacen nada por favorecer al pueblo», señala preocupado.

    Fue parlamentario entre 1979 y 1982 por Herri Batasuna, junto a Telesforo de Monzón, de lo que se siente muy orgulloso y trabajó en todas las grandes obras de construcción en Bizkaia desde el Puente de Rontegi al tren de laminación de AHV donde está el BEC y otras muchas. Encierra una enciclopedia viviente de la evolución política y económica de Euskal Herria y de la lucha de la clase trabajadora, a la que pertenece con orgullo. Llama a la huelga general del 29 de marzo y admite que «o nos movemos, o nos quedamos sin aquellas conquistas que costaron sangre, sudor y lágrimas». Lo dice con orgullo y viendo que Ezkerraldea y Mehatzaldea han pasado de ser el germen de la industrialización vasca a «una terrible desertización ante la complacencia de los gobiernos».

    ¿Cómo ve en estos momentos las condiciones laborales?

    Hay un desengaño, una marcha atrás terrible. Una situación sangrante, dura y dolorosa. Hay una cantidad de gente que no se vé lo que está sufriendo y padeciendo en la precariedad, en la exclusión social, en la pobreza extrema. Están escondidos, pero están ahí, porque no les llega para comer y menos para tener una vivienda. Vivimos en una situación caótica, una situación de extrema dureza, una marcha para atrás terrible. Desde la firma del Pacto de Toledo (a mediados de los años noventa), que fue un hachazo que se dio a los trabajadores, después se ha abundado en los recortes en el Estatuto de los Trabajadores y con las sucesivas reformas laborales.

    ¿Vamos a peor?

    Sí. Nos están haciendo mucho daño desde el sistema capitalista y la banca. La Europa de los Mercados es la que ordena y manda, son los dirigentes políticos de estos países los que obedecen ante los poderosos. La situación es terrible. Creo que es necesario que arda la Europa de los mercaderes para que la clase obrera recupere su posición.

    Todas las reformas han recortado derechos a los trabajadores, la última del Gobierno del PP ¿es la peor?

    Así es. El despido ha sido prácticamente libre desde que se redactó el Estatuto de los Trabajadores. Cuando iba a defender a los trabajadores, cuando estaba trabajando en las obras, veía que el patrón podía despedir a cualquiera. Al principio, tenías derecho a escoger si volver o no; ahora ya no. A base de dinero compra y manda para casa a los trabajadores. Cada vez está peor. Nos quieren desposeer de nuestra dignidad. No puede ser. Nos tenemos que alzar contra todos estos capitalistas que nos explotan y nos dejan en la pobreza.

    Desde su conocimiento, ¿cómo está Ezkerraldea?

    Se ha convertido en una zona de servicios, ya casi no queda industria. La han desmantelado. Tanto en Mehatzaldea como en Ezkerraldea. Han desertizado la industria. Babcock, General Eléctrica, Aurrera, AHV, La Naval y Euskalduna han desaparecido. Son miles y miles de trabajadores a los que les han echado de una manera siniestra. No se ha recuperado esta zona. Ahora sigue el mismo camino con, entre otras, Grúas Aldaiturriaga y Konecta, que es una subcontrata de Iberdrola que se carga los empleos y obliga a las mujeres a ir a Barcelona si no quieren perder el puesto de trabajo. Tienen libertad de despido. Estamos en un momento terrible y tenemos que pararlos, por lo menos ponernos en pie, luchar para que la clase trabajadora resurja, porque es el principal valor de un pueblo.

    ¿Se está disipando la conciencia obrera?

    Ha disminuido, porque los sindicatos, sobre todo los de ámbito español, no tienen ese sentido de la lucha y de tomar la calle. Hacen manifestaciones muy ordenadas. Pero, fíjate, en Ezkerraldea hay más de 20.000 personas en paro, más de 40.500 personas tienen un trabajo en precario con un sueldo inferior a 900 euros y, además, casi 52.000 hogares sufren situaciones de pobreza o tienen muchas dificultades para llegar a fin de mes. Los gobernantes no hacen nada. Hemos pasado de una sociedad industrial pujante a una economía de servicios que está arruinando a la mayoría de la población de Ezkerraldea. Tenemos que alzarnos. En el Megapark, por ejemplo, hay grandes superficies que iban a ser las salvadoras del empleo. Trabajan 1.350 personas por sueldos un 30% inferiores al salario marcado por el convenio provincial, trabajan más horas y son más pobres. Ikea conmemoró el séptimo aniversario hace unos días. Tuvo 130 millones de beneficio, pero ha despedido a 42 personas en un año y el 65% de la plantilla trabaja con contratos a tiempo parcial con salarios inferiores a 500 euros.

    ¿Cómo se puede pasar de una Ezkerraldea puntera en la industria a vivir en una crisis casi perpetua?

    Fue cuando Felipe González llevó adelante la reconversión industrial. Europa decidió que algunas empresas no eran ren- tables y que era mejor llevarlas a otra parte. Hubo una lucha obrera grande, en la calle, y la más importante fue en el astillero Euskalduna. Allí se puso en pie la clase trabajadora. Fue combativa. Frente a frente con la Policía. Fue una lucha ejemplar. En AHV se hizo menos. Se fueron a Madrid andando, pero no resultó igual.

    Precisamente este año se cumplen 20 años de la «marcha de hierro» contra el desmantelamiento de Altos Hornos.

    Así es. Cuando vas a Sestao y ves la «Plaza Roja», que es donde nos reuníamos los trabajadores, donde se hacían los grandes mítines, se lanzaba las actuaciones para parar en las huelgas, hoy, sin embargo, es una plaza de recreo. Allí hubo mucha reunión se repartían las octavillas, se planificaba. Era el «pequeño Moscú» de Ezkerraldea. Lo mismo pasó en Mehatzaldea. Mi padre era barrenador, minero. Todos esos vestigios en Triano han desaparecido. Los han quitado. Tal vez están avergonzados de lo que ha habido allí.

    ¿Qué recuerda de eso?

    La explotación que sufrían y la lucha. Me acuerdo de que mi padre me decía que trabajaban en verano 13 horas, aprovechaban la luz del sol. Era barrenado a los 17 años, pero es que a los 13 años ya estaba trabajando con el pico y llevando agua. Han querido que desapareciera y en Triano donde viví han puesto el campo de golf, lo que demuestra esa imagen. Por allí, desde las minas, se bajaba por todos los pueblos en manifestación en los tiempos de Dolores Ibarruri, que era del tiempo de mi padre, dos años mayor. Con 15 años era una batalladora, una luchadora. Su compañero era barrenador, como mi padre. Luego mi padre trabajó en Altos Hornos, igual que otros muchos mineros.

    ¿Tiene esperanza en recuperar el espíritu de lucha?

    Hay que volver. Creo que en la calle hay que tener más presencia. Hay que tener el orgullo de Grecia. Cada uno donde pueda, pero que se nos vea en la calle. Hay que tener presencia. Hay que denunciar, en grupos grandes o en pequeños. Hay que estar ahí. Hay que hacer una denuncia fuerte y hay que ser combativos. Porque nos están ganando la batalla por la pasividad que hay. Los sindicatos, sobre todo los estatales, son correa de transmisión de los gobiernos porque les inyectan dinero, están a sus órdenes.

    ¿Hay motivos para secundar la huelga el próximo 29 de marzo?

    Hay muchos motivos. Tenemos que salir y luchar. Si no salimos ahora, no vamos a hacerlo nunca. El sistema nos está atenazando, nos ahoga. Tenemos que recuperar la respiración, pero solo se consigue con la lucha. Los poderosos tienen todos los medios para distraernos con la televisión, el fútbol, etc. El dictador Franco ponía la corrida de toros a mediodía el Primero de Mayo. Se trata de distraernos. No podemos caer en el juego de los poderosos y de los gobiernos vendidos al capitalismo feroz.

    Usted está integrado en el colectivo Berri Otxoak que ocupa la calle un día sí y otro también.

    Sí, en Berri-Otxoak, en las asambleas de parados, etc., se hace un trabajo social importante. No hay que quedarse en casa, porque quienes nos dejan en la pobreza y desprotegidos quieren que no se vea el destrozo social que están provocando. Ocupamos un cajero de BBK, nos difrazarmos de pingüinos para decir que nos dejan helados con los recortes y, entre otras, conmemorar el golpe de estado de Tejero para denunciar que la reforma laboral es un golpe de estado contra los derechos sociales y laborales.

    «En mi casa nos reuníamos con Nicolás Redondo, el padre del lehendakari actual y Txabi Etxebarrieta»

    ¿Dónde vivía usted?

    Yo vivía en un sótano en Barakaldo. Veía las piernas de la gente, pero allí nos juntábamos. A mi casa venía Nicolás Redondo, los Tueros, los Ibarrolas, el padre del lehendaki Patxi López, Txabi Etxebarrieta. Allí coincidíamos. Mi casa era el centro de la conspiración en la época franquista, el baluarte de centro de resistencia. Me detuvieron muchas veces. Pertenecía a la parroquia de Santa Teresa de Barakaldo. En una ocasión decidimos poner una pintada en el Primero de Mayo: «Arriba los trabajadores. Democracia popular». Se montó una buena, al día siguiente.

    ¿Cuáles son las huelgas que más recuerda en esos tiempos?

    En Bandas de Etxebarri (actual Arcelor Mittal) estuvieron seis meses en huelga. Nosotros trabajábamos con la «vietnamita» para hacer copias de las octavillas. La que más recuerdo fue una huelga que hicimos a mediados de los setenta en la Construcción de Bizkaia. Paramos todo, yendo a cada obra, pero en Durango no pudimos hacer nada. Las mujeres de los trabajadores, mi compañera incluida, nos pidieron un autobús para ir. Alquilamos uno, fueron y pararon Durango. Les llamaban esquiroles. Pararon las obras, pero la Guardia Civil detuvo a todas. Les esperamos en la iglesia de Portugalete en asamblea. A las cinco de la tarde llegaron. Fue emocionante. Empezamos a gritar y me trajeron un tricornio de regalo.

    ¿Es cierto que se enteró que era parlamentario trabajando en las obras de Rontegi?

    Sí, porque el recuento entonces era más largo. Me fui a dormir porque tenía que ir a la obra del Puente de Rontegi. Allí me enteré que era diputado por Herri Batasuna cuando vinieron los periodistas. Seguí trabajando allí y en otras obras, porque he estado en muchas. Recuerdo cuando fuimos a recoger las credenciales a Madrid. Fuimos el día anterior: Telesforo de Monzón y Ortzi (Francisco Letamendia), y nos acompañó el ex director de Egin Xabier Sánchez Erauskin y Jokin Gorostidi. Cogimos el acta de diputados a la mañana en el hemiciclo. Telesforo se sentó en el asiento que ocupó en tiempos de la República como parlamentario del PNV. Me emociono recordándolo. Luego fuimos a la cárcel de Soria para intentar entregar allí las credenciales, porque los presos eran quienes debían tenerlas.

    Fuente: http://www.gara.net/paperezkoa/20120311/327669/es/Tenemos-que-frenar-capital-huelga-general-es-paso-mas

  6. Periko siempre fue una magnifica persona, un autentico ser humano, y lucho por serlo, con todo su corazon, con su coraje, con su rabia, con sus buenas palabras, con sus silencios, y hasta con sus medianias-

    Pero jamas, la clase obrera podra tener una lider, lideres tienen los rebaños, los borregos, jamas hay un ultimo, porque nunca tuvo un primero. Cada vez que haya necesidad de un lider para la clase obrera, significara que ni es clase ni es obrera, sino que aun no ha superado la amorfa condicion gregaria de rebaño.

    Y si, muere un minero mas, todos los dias muere la clase obrera, a cada segundo, en cada cadena, en cada tajo, en el hospital sumido en la asfixia de sus pulmones destrozados, en los accidentes programados y subencionados, ¡¡¡la explotacion del capital vibrante, entusiasta, engreida, colmada de parabienes, continua en su tetrica , a cada minuto por veinticuatro horas al dia y a lo largo de todas las semanas de todos los años.

    “Langile baten galderak liburu baten aurrean”
    Bertold Brecht / Mikel Laboa.



  7. Borroka garaia da! webgunerako kolaborazioa, egilea: Ernai

    Agur eta ohore Periko!

    Periko Solabarria ezker abertzaleko militante gazteak utzi gaitu gaur 85 urterekin. Azken unerarte Euskal Herriaren aldeko borrokan lehen lerroan izan dugu lagun. Gero eta zaharrago, gero eta gogorrago eutsi dio borrokaren gorriari. Maitasun osoz, agur eta ohore Periko!

    Lantegi edo kalea izan, borrokan bizi izan da Periko beti. Borroka maitatuz eta maitasunez borrokatuz, zapalduenekin batera amorerik eman ez duen iraultzaile nekaezina izan dugu. Egun Euskal Herria bizirik baldin bada, bera bezalako militante konprometituei esker izan da. Hortzak erakutsi behar zinenean hortzak erakutsiz eta lagundu behar zenean lagunduz.

    Gazteok ere bere ondoan borrokatzeko parada ederra izan dugu. Ez dugu sekula ahaztuko milaka gazteoi Gazte Danbadan emandako lekzioa. 85 urteko gazte borrokalaria joan zaigu baina berak erakutsitako borrokarako tinkotasun eta koherentzia gure barnean geratzen dira. Duintasun eta eredu izan zara eta izango zara Periko.

    Ez dago adiorik, geroarte bat baizik. Zuk egindako bidean jarraituko dugu oinez, oinak lokatzetan eta irribarrea aurpegian ditugula. Besarkada eta animorik sentikorrenak bere familia eta senidei. Zuk esan bezala lagun, ez badigute amesten uzten, ez diegu lo egiten utziko.

    Agur eta ohore! Garaipenean elkartuko gara!

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