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Hace unos días se puso en contacto conmigo una joven desde Perú, Angelica Távara, interesada por la situación política en Euskal Herria. Además, había realizado una entrevista al ex-preso político Josetxo Etxeberria del barrio donostiarra de Amara recientemente excarcelado y quería que fuese publicada en este blog. Leamos entonces  como discurrió este diálogo desde América del Sur a Euskal Herria. BGD!

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Entrevista a Josetxo Etxeberria, 22 años preso y liberado tras la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo en 2013

“A pesar de la lógica incidencia de los más de 10 años de ilegalización he encontrado al Movimiento de Liberación Nacional Vasco con ganas de trabajar y hacer frente a los numerosos retos que tenemos por delante. Continuando lo que nos decía el histórico Argala (asesinado por los aparatos de guerra sucia del Estado) debemos incidir en nuestra capacidad organizativa.

Debo decir que frente al inmovilismo y afán saboteador de los Estados Español y Francés, el proceso de evolución en Euskal Herria tiene vida propia. Y no me refiero a los pasos unilaterales dados por la Organización sino a aquello que no se ve, a la fuerza transformadora de una línea política y estratégica que va a ir calando en la sociedad. Caminamos con paso firme a la independencia. Hay un dicho vasco que lo recoge bien: “Idi pausoa, pauso motza ta begirada luzera”, “el paso del buey, paso corto y la mirada al horizonte”.

Angelica Távara  –  ¿A qué edad iniciaste la militancia política?

Josetxo Etxeberria –  Creo que me resulta complicado fijar una fecha exacta, diría que una persona empieza a ser militante político cuando va adquiriendo conciencia y pienso que esto es progresivo, un proceso, pero que en mi caso adquirió caracteres más formales sobre los 16 años.

A.T – ¿Cuál fue la primera organización a la que perteneciste?

J. E – Me situaba en el movimiento juvenil y asambleario que se daba en mi barrio, Amara,…Asamblea de jóvenes, Radio libre, Gaztetxe (Local de jóvenes autogestionado)…

A.T – ¿Hubo algún hecho que te impulsara a ser militante?

J. E – La conflictividad política y social a comienzo de los años 80 era muy alta en Euskal Herria, existían por aquel entonces varias organizaciones que practicaban la lucha armada (E.T.A. Militar, E.T.A. Político-Militar, Comandos Autónomos Anticapitalistas, Iraultza…), aparte de las ultraderechistas y parapoliciales. Sólo había que asomarse al balcón para entender que en tu pueblo pasaba “algo”…

A.T – ¿Qué buscabas al momento de hacerte militante?

J. E – Buscaba tanto la liberación nacional como la liberación social de Euskal Herria, es decir, conseguir la independencia de mi pueblo del yugo español y transformar la sociedad en más justa, igualitaria, ecologista, euskaldun, feminista…

A.T – ¿Qué buscas ahora después de los años de cárcel?

J. E – Los objetivos políticos no han variado en absoluto. Pero ahora añadiría que busco conseguir también mayores cotas de organización popular para acercar más esos objetivos a nuestro pueblo.

A.T – ¿A qué edad te llevaron a prisión y cuanto tiempo estuviste?

J. E – Tenía 25 años cuando me detuvieron y estuve preso 22 años y tres meses, por cierto, tenía que haber salido tres años y medio antes, pero el Estado español con sus argucias represivas me alargaron la condena…en caso de algunos compañeros se ha alargado en más de siete años…El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, por sentencia de su Gran Sala, obligó al Estado Español a liberarnos porque incumplían las normas europeas y vulneraban los derechos humanos, una vez más.

A.T – ¿Bajo qué acusaciones entraste?

J. E – Pertenencia a banda armada, tenencia ilegal de armas, depósito de armas de guerra, atentados, estragos, secuestro…decenas de acusaciones. Me condenaron a cientos de años de cárcel.

A.T – ¿Cómo fue el primer día ahí?

J. E – Aunque parezca paradójico vivimos la entrada en la cárcel como la llegada al Paraíso. Digo esto porque los cinco días detenidos bajo la Ley Antiterrorista fue el Infierno.

A.T – ¿Cómo es el trato en la cárcel?

J. E – En líneas generales el trato es duro. El Estado español que presume en Latinoamérica de transición política del franquismo a la democracia es un Estado con grandes déficits democráticos y de respeto escaso  a los derechos humanos. Sus cárceles son buena muestra de ello. Masificación, tratos degradantes y humillantes, incumplimiento de normativas europeas…un largo etc. Y en concreto, contra el Colectivo de Pres@s Polític@s Vasc@s utiliza políticas de guerra y legislación excepcional. Para que entiendan l@s lectores, me tuvieron los 22 años clasificado en primer grado (máxima peligrosidad) con restricciones de todo tipo: cambios de celda constantes, cambios de módulo, de cárcel, cacheos y registros sistemáticos, obstáculos a la lengua vasca, limitación de horas de patio…una cárcel dentro de cárcel. Un trato de prepotencia imperialista ante los rebeldes secesionistas, es así de claro y contundente. En el Estado Francés no he estado pero me cuentan los compañer@s que es similar.

A.T – ¿Podrías narrar un día común en la cárcel?

J. E – Es algo muy reglado y estandarizado, militarizado añadiría. Ante esa jerarquización del día nosotr@s nos autorganizamos el día como manera disciplinada y militante de hacer frente: deporte, debate, lectura, formación…Pero entiéndame, he debatido con compañeros de celda a celda sin vernos jamás la cara…El Estado busca la aniquilación de la persona y del militante., ante cada traba imaginación y organización. Y humor…es una gran arma. En definitiva la autogestión del tiempo y he de decir que para un militante la concepción sobre el tiempo es algo relativista.

A.T – ¿Qué fue lo que más añorabas de afuera?

J. E – Todo. Desde la mirada limpia de un niño a los montes verdes de Euskal Herria. Los seres queridos, la mar,…estoy enamorado de Euskal Herria, mi tierra y mi País. Con la política de dispersión el Estado Español me tuvo los 22 años alejado en cárceles del Estado Español. En nuestro idioma, el euskera, tenemos una palabra que los español hablantes no tienen, se dice herrimiña…se traduciría como dolor de pueblo…nostalgia y melancolía a la tierra de un@.

A.T – ¿Cuál era tu deseo constante estando ahí dentro?

J. E – La libertad nacional y social de Euskal Herria…el mismo que tengo ahora.

A.T – ¿Cuándo estabas dentro has pasado torturas?

J. E – Siendo escrupuloso con el lenguaje debo decir que no. Ahora bien, los maltratos, vejaciones, humillaciones, etc. han sido numerosos, casi una constante. También me han golpeado varias veces…una vez en un traslado me golpeó la Guardia Civil sin mediar palabra y me dejaron sin conocimiento. Por supuesto, estos hechos fueron denunciados siempre tanto ante organismos públicos como a las instancias judiciales españolas que como no se podía esperar de otro modo quedaron siempre archivados, nunca se molestaron ni en hacer la más mínima investigación. A comienzos de los años 90 nos daban al Colectivo de Pres@s Polític@s Vasc@s una media de paliza diaria durante los traslados. Debo señalar, porque es justo decirlo, que con el Ministro Belloch al confeccionar un protocolo de control estas prácticas terminaron de realizarse de esa manera sistemática.

A.T – ¿Y cuándo te detuvieron te torturaron? ¿Quién te detuvo?

J. E – Si, fui torturado cinco días y cinco noches con el fin de obtener información. Así mismo como cruel e inhumana venganza represiva. También fue interpuesta denuncia que quedó archivada sin investigar. Me detuvo el grupo GAR de la Guardia Civil y los interrogatorios los realizó la Brigada de Información del citado cuerpo militar.

A.T – ¿Qué es lo peor que le puede pasar a un preso?

J. E – Son muchas cosas…la pérdida de un ser querido, de un compañero, …el sufrimiento es más intenso bajo esas circunstancias. Pero quiero destacar la situación relativa a la salud…hay compañeros con enfermedades graves e incurables que están en prisión. Especialmente me preocupan dos: Aitzol Gogorza y Txus Martin porque padecen enfermedades mentales. Muchos compañeros se rompen en el sentido exacto de la palabra ante la crueldad de un régimen tan duro.

O por poner otra problemática diferente les hablaría de la incertidumbre que supone estar pendiente de extradición, como en el caso del compañero Asier Guridi en Venezuela,…son situaciones muy duras y extremas. Es difícil verbalizarlo y explicarlo…hay que vivirlo para saber de lo que hablo.

A.T – ¿Cómo es el régimen de visitas?

J. E – En estos años ha ido variando. En mis primeros años de encarcelamiento no teníamos derecho de hacer comunicaciones vis a vis y el poder comunicar por tfno. Era impensable. Dos cartas, intervenidas y censuradas. Las visitas en locutorios con cristal blindado de por medio tenían un tiempo estipulado que en nuestro caso era siempre restringido porque nos abrían expedientes disciplinarios por cualquier motivo. Era terrible y hablo desde el punto de vista del prisionero…ni comento lo que supone para los familiares y amigos. Debo decir orgulloso que en todas las circunstancias he tenido el cariño y la solidaridad de los mejores hombres y mujeres de Euskal Herria. Gracias a estas personas he logrado hacer frente también a este reto. En especial quiero destacar a mi amatxo, la madre, que ha estado visitándome todos los meses durante todos estos años sin desfallecer nunca. Su amor y su aliento han sido indispensables.

A.T – ¿Cuáles son los temas comunes que se tratan estando allí?

J. E – Los militantes normalmente tratamos los temas políticos relacionados con Euskal Herria como prioridad pero claro, detrás está el hombre y entonces se trata de las carencias: la comida, las relaciones sentimentales, el fútbol…somos una familia grande y tratamos de penas y alegrías…se comparte todo.

A.T – ¿Cuáles son los puntos más débiles en los que se puede resquebrajar la lucha por la independencia o pueden ralentizar el proceso?

J. E – El camino emprendido por el Movimiento de Liberación Nacional Vasco hace más de 50 años es claro. Hoy nos encontramos con otra línea política de intervención con la apuesta de utilización de métodos exclusivamente políticos y democráticos, decisión irreversible. Dejando sentado esto diré que los militantes, porque les hablo como un mero militante de base no adscrito a ningún partido ni formación por el momento, somos vendedores de esperanza. Conseguidores de sueños, esa es nuestra tarea. El punto débil somos, no me cabe ninguna duda, nosotr@s mism@s como Pueblo y nuestra voluntad.

A.T – ¿Cómo ve a la Comunidad del País Vasco respecto a su posición sobre la independencia?

J. E – El sentimiento y la posición independentista viene creciendo ininterrumpidamente en estas décadas. Si este pueblo ha ido avanzando en medio del conflicto armado con todo el aparato represivo, judicial y mediático en su contra  – y lo sigue teniendo en contra – que cotas no alcanzaremos cuando se nos den las mismas oportunidades que al resto…Es imparable y lo saben. En Catalunya se está produciendo el mismo fenómeno, en Escocia…los Estados están en cuestión en la vieja Europa porque los pueblos viven encorsetados y enclaustrados en realidades artificiales.

A.T – ¿Cuántas tendencias hay en Euskal Herria y cuáles son sus posiciones con respecto a la independencia?

J. E – Por resumirlo de alguna manera emplazaría a las personas que me lean a entender que las tendencias vienen determinadas por pertenencia/sentimiento, aquí hay personas que se sienten españolas o francesas y son ciudadanos vascos, y luego los intereses de clase. Claro esto no es estanco, afortunadamente, y se dan movimientos transversales. Por ponerle un ejemplo, conozco una chica natural del Perú que vive en mi barrio y es independentista vasca o conozco un vasco de varias generaciones que milita en un partido que defiende la unidad de España. Pero si, históricamente ha habido la tendencia autonomista, de entenderse o pactar con España, que respondía a los intereses de la burguesía y la independentista que respondía a los intereses de la clase trabajadora. Creo que esto está finalizando. Es imposible entenderse con España y Francia ni pactar una autonomía que responda a nuestras ansias de libertad y la burguesía vasca se ha dado cuenta de ello, hace sus números y no le salen. Es factible una apuesta fuerte y unida por la liberación nacional.

A.T – ¿Cómo fue la lucha en el MLNV?

J. E – Fue terriblemente hermosa y dura pero gratificante. Lo sigue siendo. El final siempre es el comienzo. Aun así no puedo dejar de decirle que miro atrás y pienso de forma intensa en tod@s l@s compañer@s que cayeron en la lucha.

A.T – ¿Qué aprendió estando ahí?

J. E – Parafrasearía al cantautor cubano Silvio Rodriguez y le diría “que lo terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida.” Aprendí que para ser un buen militante debes empezar por ti mismo y que siempre hay que pensar en l@s compañer@s.

A.T – ¿Hay alguna actitud del pueblo vasco que antes existía y les ayudaba en la lucha y ahora ya no está o viceversa?

Puede ser…de todas formas no soy amigo de nostalgias y pienso que tenemos que trabajar con lo que existe actualmente. El pasado sirve para aprender pero tenemos que trabajar duro en el presente para construir el futuro que deseamos.

A.T – ¿Cuándo entraste en el MLNV qué sentiste?

Una mezcla de orgullo y responsabilidad constante. Me daba cuenta del compromiso vital que hacía por una causa. La mezcla exacta de ideología y sentimiento.

A.T – ¿Te llamaron. Cómo fue el llamado?

No, no me llamaron. Me presenté voluntario yo. La llamada me la hizo directamente Euskal Herria.

A.T – ¿Cuál fue la motivación para entrar en el MLNV?

Que las cosas no podían seguir siendo como eran…no me podía quedar en el lamento, en el hastío, en la rabia…había que organizarse y pasar de las palabras a los hechos.

A.T – ¿Cómo fue el momento de la detención?

El 17 de agosto de 1991 fuerzas de asalto del GAR (Guardia Civil), de madrugada, volaron con explosivo la puerta donde vivíamos mi compañera Maitane y yo. Fue una acción militar en toda regla. Entraron numerosos GAR…recuerdo bien como entre los disparos que se produjeron ellos gritaban “Viva España”, nosotros contestábamos con “Gora Euskadi Askatuta!” (“Viva el País Vasco libre”).

A.T – ¿Cómo es el modo de mantenerse conectado con el exterior desde la cárcel?

Je, je, je Esto les interesará mucho a los servicios de información españoles y franceses…pero le voy a contestar: usando la imaginación.

A.T – ¿Ahora, libre, hacia dónde van tus intereses?

 A sumarme como uno más en mi barrio a la lucha popular y política. Tengo pensado afiliarme a un partido si es que me quieren en sus filas.

A.T – ¿Qué fue lo más importante que habías planeado para ti y lo truncaron los años sin libertad?

Quizás que al priorizar tanto el compromiso militante dejé atrás muchas cosas…la cárcel lo condiciona todo…las relaciones sentimentales…me habría gustado tener mi propia familia…bueno, marqué mis prioridades y el resto los diversos avatares, no me quejo. He tenido el privilegio de hacer lo que creía que debía hacer. Eso lo merece todo.

A.T – ¿Qué fue lo peor que te ocurrió en estos 22 años?

El fallecimiento de mis seres queridos estando en prisión y haberme impedido haber estado a su lado en el lecho o las muertes de l@s compañer@s en la lucha…eso es lo más terrible sin duda.

2 thoughts on “Josetxo Etxeberria: «Debemos incidir en nuestra capacidad organizativa»

  1. Interesante entrevista. Me quedo con estos 2 apuntes:

    “Es imposible entenderse con España y Francia ni pactar una autonomía que responda a nuestras ansias de libertad y la burguesía vasca se ha dado cuenta de ello, hace sus números y no le salen. Es factible una apuesta fuerte y unida por la liberación nacional.”

    “A sumarme como uno más en mi barrio a la lucha popular y política. Tengo pensado afiliarme a un partido si es que me quieren en sus filas.”

  2. La entrevista es en verdad sincera e interesante, tan solo un pero, el momento de la detencion. En America no tienen porque saberlo pero los otros tres compañeros de Etxeberria fueron muertos por la Guardia Civil tras un asedio de 6 horas. Sus cuerpos presentaban en el primero de los casos una única herida de bala mortal tres recibió el segundo pero solo una era mortal, el tercero fue alcanzado por nueve balas y solo una de ellas mortal. No se cogieron prisioneros. El caso fue otorgado a un juez, Fernando Andreu que no vio delito alguno y que en vista a sus mas que eficaces instrucciones seria mas tarde ascendido a juez instructor de la Audiencia Nacional.

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