Gesto por la paz, la mueca del cinismo

A finales de los 70 un pequeño grupo de sacerdotes favorables a la reforma franquista y principalmente  de la órbita del PNV impulsó una serie de movilizaciones en contra de ETA en diversos puntos de la geografía vasca. Esa dinámica de movilizaciones continuó en el tiempo y a mediados de los 80 se conformaron bajo el  nombre de Coordinadora Gesto por la paz. Paralelamente otros grupos de similar corte tras un proceso de confluencia con Gesto por la paz formarían definitivamente en 1989 lo que hoy conocemos como Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria.

Gesto por la Paz ha anunciado la convocatoria de lo que será por decisión estratégica su última movilización para el  11 de febrero en Bilbo bajo el lema “El futuro  es nuestro. Lo hemos conseguido”. En este , su final movilizador,
reivindicarán “el no pasar página como si nada hubiera ocurrido” y “las bases éticas de un relato mínimo compartido”, además protestarán ante la izquierda abertzale ya que “tiene que dar pasos más firmes que prueben que aceptan la pluralidad  de esta sociedad y que son capaces de vivir y trabajar en democracia”. Así mismo  pedirán un “tratamiento más humano a los presos” pero descartando la amnistía.

¿Alguien se acuerda de Gesto por la paz?

Posiblemente muchxs no, especialmente las nuevas generaciones debido a la escasa influencia de este movimiento hoy en día. Sin embargo no se podrían entender muchas cuestiones del contexto político actual sin un repaso a la trayectoria de este supuesto movimiento civil y pacífico, pero que de civil tiene bastante poco y de pacífico mucho menos.

Manipulación de la infancia

Desde sus primeros pasos una de las líneas maestras de este “grupo pacifista” consistía según sus propios documentos en “fomentar una cultura de paz dirigida especialmente a la infancia y la juventud”. ¿En qué se traduce esto?.  Posiblemente en una de las experiencias de manipulación política de niños más graves que se ha dado en la historia reciente de Euskal Herria. Al ser un movimiento muy pegado a los análisis estratégicos del PNV, grupos de jóvenes de la iglesia católica y colegios religiosos y privados se convirtieron en centro de sus actividades. Niños  y niñas eran obligadas a participar en sus movilizaciones e incluso en horario docente eran numerosas las horas de adoctrinamiento político en contra de la izquierda abertzale. Esto a su vez se traducía en la señalización  de “elementos cercanos a la izquierda abertzale” dentro del alumnado y un sin fín de presiones y prácticas de marginación social que sin ningún pudor pusieron en efectivo contra menores y jóvenes.

Primera fase de la estrategia

Este movimiento llamó rápidamente la atención de los estrategas de la violencia de estado. En una coyuntura política de “Pacto de Ajuria Enea” y marginación política total a la izquierda abertzale era necesario abrir un frente que hasta ese momento se les había resistido. El “frente social o civil” contra la izquierda abertzale. Obviamente no podían poner ese frente de la estrategia político-militar del estado en activo como posteriormente se llegaría a conocer sin un rodaje previo y sin una construcción teórica y “ética”. Gesto por la paz sería la pieza escogida para abrir cuña.

De esta manera los intereses del PNV, el resto de partidos, el estado y la represión confluían en una necesidad de responder no solo en las instituciones sino en la calle a la iniciativa de la izquierda abertzale.

El estado español promocionó, mimó y dotó de todos los medios mediáticos y monetarios a Gesto por la paz. Puso a su disposición todos los recursos disponibles. El PNV a través de gesto por la paz puso la alfombra roja al estado español para que diera nuevos pasos represivos.

Segunda fase de la estrategia, gesto por la paz a la papelera

Gesto por la paz, el lazo azul, sus movilizaciones, su crítica a la violencia de ETA, su defensa de la violencia legal, la minimización de la violencia ilegal y la  apología de la democracia española como legítima cumplieron el papel que el estado le había asignado: El ser avanzadilla, allanar el terreno en la sociedad vasca para lo que estaba preparado.

Gesto por la paz ya no sería necesario en la nueva fase que se iba a abrir. Nuevas organizaciones y “grupos pacifistas” tomarían el testigo. Esto coincidía a su vez con la llegada de Aznar a la Moncloa. “El espíritu de Ermua”, Basta ya y grupos similares eran los estratégicamente necesarios en la nueva coyuntura que tanto había ayudado gesto por la paz a crear. Así fue pasando al olvido. Los “grupos de víctimas del terrorismo” a su vez serían una extensión de toda esta dinámica. Roma no paga traidores y el estado español tampoco. El PNV también sería objetivo de esos nuevos grupos. Las condiciones ya estaban dadas para iniciar la estrategia hasta hoy vigente del “todo es ETA”.

Elkarri

A lo largo de todo este proceso de legitimación de la democracia española y la violencia de estado a través de falsos “grupos pacifistas” se produjo otro hecho que ha tenido también influencia en el devenir politico. La creación en 1992 de Elkarri, fruto de la desorientación ideológica y el ahogo generado en sectores cercanos a la izquierda abertzale debido a la dinámica de presión del estado. No es objeto de análisis de este post pero si cabe destacar que este surgimiento se dio al calor de la dinámica de los “grupos pacifistas” y en plena ofensiva militar y represiva española con la caída de Bidarte incluida.

El fracaso de “los grupos pacifistas” y de gesto por la paz

A día de hoy toda la dinámica de los “grupos pacifistas” está ya superada y anulada. Desde hace tiempo además. Las verdaderas intenciones de estos grupos han sido destapadas y son evidentes. No pudieron conseguir el objetivo de marginar política y socialmente a la izquierda abertzale. Sin embargo no cabe olvidar el daño causado.El día 11 de febrero gesto por la paz llevará a cabo su última manifestación, cínica e hipócrita, como todas las realizadas por ellos, ya que es evidente que la violencia de estado permanece. El objetivo de gesto por la paz nunca fue, ni es,  acabar con la violencia y ellos mismos lo confirman con sus actos. Gesto por la paz nunca ha aceptado la pluralidad de la sociedad vasca ni ha demostrado ser capaz de vivir y trabajar en democracia. No al menos en una democracia de verdad, la que respeta la pluralidad a través del derecho de autodeterminación y no como la española que impone un proyecto político e ideológico al conjunto del pueblo vasco y además con violencia, la misma que dice rechazar venga de donde venga la coordinadora gesto por la paz. ¿Paz de quien?. El futuro es del pueblo abertzale de izquierda y de la sociedad vasca en general que ganará finalmente una paz verdadera superando la opresión nacional y social.

(Esta pegatina nos la ha enviado un lector del blog, fue hecha en Barakaldo, año 1993)

Oda a la pacificación
Mario Benedetti

No sé hasta dónde irán los pacificadores
con su ruido metálico de paz pero
hay ciertos corredores de seguros
que ya colocan pólizas contra la pacificación
y hay quienes reclaman la pena del garrote
para los que no quieren ser pacificados

cuando los pacificadores apuntan
por supuesto tiran a pacificar
y a veces hasta pacifican dos pájaros de un tiro

es claro que siempre
hay algún necio que se niega a ser pacificado por la espalda
o algún estúpido que resiste la pacificación a fuego lento

en realidad
somos un país tan peculiar
que quien pacifique a los pacificadores un buen pacificador será