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Hace unos días me pasaron un enlace. ¡El vídeo! ¡Que ya está el vídeo!. ¿Qué vídeo? respondí. ¡El de tximeletak!. A ver, a ver. Disfruté mucho de su visionado. Momentos para el recuerdo, más de una imagen que me hizo sonreir (alguna carcajada también cayó, sobre todo al ver a más de un figura en su versión joven), análisis y repaso de una trayectoria que difícilmente puede ser recogida en un simple vídeo porque el recorrido de esta historia es algo que no está en los escritos. Para nada.

Sin embargo, el documental cumple su cometido y es altamente recomendable. Así que ni corto ni perezoso puse el enlace en el blog y durante unas horas los y las lectoras de Borroka garaia da! pudieron verlo. Hasta que tiempo más tarde y ojeando diferentes sitios me dí cuenta que nadie lo tenía y que el enlace ya no funcionaba. ¡Ay dios! A ver si había puesto un enlace que no debía haber sido puesto aún. Así que eché la bronca a la que me había pasado el enlace, para posteriormente recibir una yo, porque al parecer si que estuvo públicamente colocado durante un tiempo para que todo el mundo que quisiera pudiera verlo. En cualquier caso, se podrá adquirir por 10 € en la azoka de Durango en el stand (artekale 58) de Topatu.info, que por cierto, ha renovado sus contenidos, cambiando formato y cuenta con muchas novedades, entre ellas la invasión de decenas de blogueros (somos una plaga).

Como algunos se acordarán, hace tiempo que tenía planteado escribir sobre mi experiencia en el movimiento juvenil. Lo hice en dos ocasiones, y en las dos terminaron los textos en la papelera de reciclaje. Uno por ser excesivamente hooligan y acrítico, y el otro por todo lo contrario. Y es que uno de los adjetivos que mejor definen ese paso es la intensidad, ya sea para bien o para mal. No se para cuando, pero queda pendiente.

De todas maneras, una cosa si que tengo bien clara, la militancia juvenil en el MLNV es una de las experiencias más gratificantes que pueda tener cualquier persona. No ya solo a nivel político sino a nivel personal. Que al fin y al cabo es una de las cosas que se aprenden, a vivir la militancia como un proyecto vital, no importa donde estés ni lo que hagas.

Las y los jóvenes y no tan jóvenes abertzales y socialistas de este país, pueden sin lugar a dudas mirar hacia atrás con orgullo y la cabeza bien alta por el trabajo realizado ¡Y que nos quiten lo bailao!. Momentos duros, momentos alegres, represión, errores, aciertos.. un aprendizaje constante, algo mucho más allá que una simple escuela de militantes, una escuela de la vida en la que pese a que se aprende muy rápido que esto no es un juego también se aprende que se puede batir al enemigo. La juventud vasca no se ha rendido ni antes, ni ahora, ni lo hará mañana. No se rendirá jamás hasta alcanzar la victoria. Y esa también es otra de las enseñanzas que te acompañarán por el resto de tu vida.

Mañana jueves a las 19:30h en el Doka (kafe antzokia) de Donostia se llevará a cabo una fiesta de presentación del documental. Ahí estaremos para exigir nuestros pins y zuritos, como decía el viejo Atutxa.

4 thoughts on “Aquellos locos y sus viejos cacharros

  1. Bendita nostalgia… A mi también me invade muchas veces, sobre todo recordando aquellos fines de semana por las calles de “lo viejo” de Iruñea, sobre todo en la calle Jarauta…Aquellos Sanfermines con sus Txoznak puestas en círculo y el escenario en medio, que el ayuntamiento se cargó de un plumazo ya hace bastantes años. Los sandwiches vegetales para cenar, los katxis de kalimotxo, las camisetas blancas con manchurrones color vino y llenas de pegatas de todas las txoznak por las que habíamos pasado. Aquella vez que a una amiga le dijeron si podíamos hacer un turno en la txozna de Gays y Lesbianas, y ahí que fuimos, y se acercó un chico y le preguntó, ¿sois todas lesbianas? y mi amiga le contestó, SÍ, se alejó y después apareció con toda su cuadrilla y se quedaron ahí bebiendo horas….miles de anécdotas que quedan en un rinconcito del corazón para, de vez en cuando, mirarlas y sonreir porque fueron años de mucha lucha política y social pero sobre todo, de buenos momentos. Recuerdo con intensidad lo del pantano de Itoiz, la cárcel de Iruñea llena de insumisos…todos los días había movilizaciones por una u otra causa. Iruñea es pequeña y éramos todos como una gran familia, jóvenes que luchaban con ilusión y ganas, con fuerza y mucha energía en pos de sus ideales. Bendita nostalgia…

  2. En cierta medida me he quedado con un pequeño vacio de toda aquella época. Seguramente nos faltó más pegada.

    Echo de menos muchas cosas, el empuje, la mala ostia… los recuerdos son necesarios pero maldita sea la amargura de lo que pudo ser y no fue.

  3. niretzako gazte antolakundea pertsona eta militante moduan hazteko izan dudan baliagarriena izan da, naizen modukoa naiz militantea izan naizelako eta izango naizelako.
    Ez dakit azaltzen Segik zenbat gauza on emon dizkidan eta zenbat gauza kendu dizkidan ere, baino rekorridoa itzela izan da… Ezkerraldean gazte militantea izatea zailtasun ugari dakartza, izan ere, hemen egunerokotasuna konfrontazioa izan da azken urteetan. Hala ere gure artean sortzen den elkartasuna, xamurtasuna eta noski, maitasuna, gauza negatibo guztiak lausotzen ditu.
    Gazte Antolakundea, la escuela de la vida.

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