Autor: Borroka garaia da!
La ama de Azkuna fue una humilde costurera que conoció el exilio en Francia y su aita un obrero metalúrgico que engrosó las filas del Eusko Gudarostea y conoció la cárcel. Cuando Azkuna estudió medicina en Salamanca y recibía visitas, sus familiares “tenían mucho cuidado de no hablar de política con nadie, porque estaban en el pueblo, todos se conocían y ellos eran rojos separatistas”, según sus propias palabras.
“Estos ahora no nos van a dar clases de democracia, cuando mis espaldas han sufrido algún porrazo y alguna estancia en la comisaría”, llegó a afirmar para justificar la presencia de los cuadros franquistas que lucen en el ayuntamiento de Bilbo y que se negó a retirar en un acto de enaltecimiento de una cruel dictadura y una humillación para las miles de víctimas de la represión franquista.
Y es que los que derrotaron al Eusko Gudarostea, los que han enviado a miles de personas al exilio, los que llenan las cárceles de rojo separatistas, dan porrazos, llevan a comisaría y explotan a la clase obrera están despidiendo con grandes honores al reciente fallecido ex-alcalde de Bilbo.
La razón es simple. Era uno de lo suyos. Un converso y renegado del abertzalismo. Un desertor del arado con vocación de oligarca. Y en eso se convirtió en vida con el impulso de la derecha vasco-española.
El PNV, fiel a su oportunismo histórico y vacío de principios acertó plenamente colocando en 1999 a la cabeza del ayuntamiento de Bilbo al que contaría con todo el apoyo de la oligarquía españolista del gran Bilbao y Neguri, sabedores del seguidismo acrítico de gran parte del electorado y toda la afiliación jeltzale. De esta manera, bajo las siglas del PNV, mantuvieron a un alcalde de la derecha española durante todos estos años.
Un alcalde que pese a que afirmó que con la izquierda abertzale “no voy ni a heredar”, no tuvo complejos en aceptar los votos de Euskal Herritarrok para acceder por primera vez a la alcaldía bilbotarra.
Desde la cuna del capitalismo moderno le dieron el premio al mejor alcalde del mundo. Sabían lo que hacían. Genuflexo con la monarquía española, represor y censor del movimiento social, destructor de gaztetxes y casas ocupadas, odiaba el modelo festivo de una aste nagusia popular, defensor de la tauromaquia, declaraba la “guerra al navajero” mientras se codeaba y encontraba a gusto con los ladrones de guante blanco y los creadores de desigualdad social, rechazaba la violencia “venga de donde venga” pero no dudó un instante de posicionarse siempre con las fuerzas policiales y militares españolas incluida la ertzaintza y tampoco pestañeó de utilizar a la policía municipal para sus intereses, defensor de la bandera española reinstituida por Franco, de las grandes multinacionales en contra del pequeño comercio, amigo de las constructoras y cementeras . Discursos racistas y clasistas.
Populismo de extrema derecha tan chabacano como el del rey español adornado con “localismos”. Agresivo, duro y autoritario con el débil y servil y callado con el poderoso.
Fue mimado por todos los medios de comunicación del capital y si el Guggenheim es el encefalograma barroco de la decadencia bilbaina, el legado dejado por Azkuna pese a la realidad virtual tipo Matrix en la que nos quieren enfangar es la de un Bilbao donde crece la desigualdad social, donde una casta de oligarcas y empresas se han hecho de oro gracias al sudor y sufrimiento de la clase trabajadora.
Una clase trabajadora que desde la caída del cinturón de hierro en su conjunto no ha recuperado totalmente su orgullo. Y una muestra de ello es que Azkuna se haya mantenido de alcalde con los mismos principios de los que vendieron sus planos.
Pero lo firme no es firme. Todo no seguirá igual. Y pese a que el ayuntamiento de Azkuna puso la alfombra roja al FMI, Bilbo será abertzale y socialista.
Borroka Garaia da! 
Oso ondo. Que Bilbao, descanse en paz…
Por cierto, este hombre, que fue director de Cruces o algún otro cargo en Osakidetza…fue quien mandó entrar a la Ertzaintza en un encierro de mujeres de la limpieza y sacarlas a palos, en plena huelga…¿Alguien conoce este asunto?.
Arana, el día que murió Victor Chávarri dijo que Bizkaia había perdido uno de sus hombres mas funestos…Si alguien quiere que lo aplique…Y si le pica al PNV, ya sabe…
Beste gauza; Qué hacía la izquierda abertzale apoyando a este tipo (y a Ibarretxe). Para qué eran los votos…para mantener el orden, la gobernabilidad?
Y hoy, en el homenaje municipal, ¿qué han dicho los representantes de la”izquierda revolucionaria”?
Ya está bien de tanta cortesía y protoloco parlamentario y municipal. Ya está bien de poner todas las mejillas. Una cosa es dejar la lucha armada y otra ser gilipollas.
Le dieron lso votos en época de Lizarra Garazi
Que este señor ha hecho cosas mal es obvio, pero ¿quién no?
Este señor ha dado vida a Bilbao. Gracias a este señor vivimos en una ciudad en la cual hay desigualdades, si, pero de la cual estamos orgullosos. La hemos visto crecer. Comparémosla con la ciudad oscura que era hace dos décadas. Comparemos a Azkuna y Bilbao con ciudades como Madrid y la Botella. Y démonos con un canto en los dientes.
Al César lo que es del César.
Ojo que no digo que haya hecho todo bien ni que sea un santo, pero tiene mucha culpa de que Bilbo sea lo que hoy es.
Creo que es muy triste celebrar el fallecimiento de una persona por ser de otra ideología. En eso sí que tenemos que madurar. Todos. Si, TODOS.
Perdona, pero aquí nadie celebra nada…primero porque hay muy poco que celebrar.
Lo que haya hecho un señor por BIlbao, es lo que han hecho otros muchos antes y no solo por Bilbao. Porque en las últimas décadas había tanto dinero que daba para todo. Todos los pueblos y ciudades han hecho reformas y arreglos, que se notan. Y de los que presumen los aldeanos, como una gran cosa. Otra historia, es el dinero que se haya quedado por el camino.
Que el alcalde, no haya sido un chorizo, que haya cumplido con su oficio y deber, no es ningún motivo para canonizarlo…Y no cito a las víctima de su gestión. Que hablen ellos.
Y, en cuanto a que los de Bilbao estamos orgullosos de n/ ciudad, gracias a Azkuna, lo dirás por ti…Los de Bilbao ya estaban orgullosos de si mismos y de ser el ombligo del mundo, por lo menos desde Unanumo. Acuérdate: “El mundo es un Bilbao, mas grande….”, que dijo el txirene de Ronda. Lo que, entre otras cosas, se llama bilbainada. Cualquier día nos encontraremos una moción municipal para cambiar el nombre a la calle principal de Abando: “Gran Via del generalísimo Azkuna”, Qué apostamos!
sin kuartel
Ha muerto Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao y uno de los principales antagonistas en la historia de los colectivos y movimientos sociales de Bilbao. Nuestra solidaridad con todas las personas que sufren de cáncer, terrible mal de nuestros días. Al alcalde Azkuna le debemos mucho, ya que de él hemos aprendido valores como la importancia de la humildad, desterrando la soberbia y la prepotencia; nos ha enseñado a que no debemos doblar la cerviz ante el poder, sea encarnado en banqueros, monarcas o empresaurios, y que sí debemos empeñarnos en defender la dignidad de la ciudadanía ante los abusos de este sistema. Porque Azkuna nos dejó claro el camino para luchar por una ciudad a escala humana, lejos de los elitismos de los Mangos y Loewes que desconfiguran la verdadera esencia de nuestra villa; hemos aprendido a apostar por el comercio local y tradicional, aquel que lleva en Bilbao desde siempre y que actualmente se ve desplazado de lugares como la Gran Vía por su desquiciada escalada de precios. También nos ha enseñado Azkuna a respetar el funcionamiento racional de estos comercios, con sus horarios humanos y sus días de descanso, con profesionales que no vivan para ser siervos del capital sino nuestras conciudadanas y conciudadanos con quienes construir un Bilbao más cordial.
Hemos aprendido a recibir y aceptar la inmigración como personas que vienen a convivir en nuestra sociedad, y no como a “chinos que procrean en lonjas que abren 24 horas”. Nos ha enseñado a valorar y querer más las iniciativas populares que cubren amplios espacios a los que nunca (nunca) ha llegado la administración municipal, como Kukutza y Patakon. Nos ha enseñado a entender que la policía, en el dudoso caso de que deba existir, jamás debe ser un instrumento de represión contra la ciudadanía, ni un comando de asalto a barrios absolutamente despreciados por el poder municipal, y que esas actitudes nunca deberían tener la autorización y protección del Ayuntamiento, ya que tienen lamentables consecuencias como la muerte de Iñigo Cabacas (también el alcalde Azkuna nos enseñó a que no podemos vocear ante la quema de un cajero o contenedor y callar ante hechos tan graves como éste). El alcalde nos ha hecho entender que no queremos ver nunca en nuestras fiestas txosnas de Euskaltel o Iberdrola, y que tanto Aste Nagusia como nuestras fiestas de barrios deben ser siempre, siempre, siempre, siempre, populares y participativas, y con la implicación del Ayuntamiento, no preocupado solo en lo que ocurre en los hoteles, los toros y la caja que hace con ello.
Respetar la memoria histórica, despreciar la especulación urbanística y la construcción de una ciudad en base al ladrillazo, defender la vivienda popular frente a los desahucios (en una ciudad con miles de viviendas vacías), querer y cuidar nuestros barrios como si fueran la Plaza Moyua, construir una ciudad para TODO el mundo y no solo para el turismo, entender que los espacios públicos son para que los vivamos y compartamos y no para alquilarlos al mejor postor, no homenajear jamás a regimientos militares causantes de tanto dolor y sufrimiento… son tantas las cosas que hemos aprendido de Azkuna a lo largo de estos 15 años que no podemos más que mostrar nuestro más profundo agradecimiento. Nunca te olvidaremos.