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Artículo de colaboración para Borroka Garaia da!. Autor: Andalucía Comunista

Una vez pasado el referéndum al que fue convocado la ciudadanía de Escocia y habiendo ganado el NO según las últimas informaciones por un 55,42% frente al 44,58% del SÍ, desde ANDALUCÍA COMUNISTA queremos hacer las siguientes consideraciones:

Desde nuestro punto de vista, la propia celebración del referéndum ya se puede calificar como un éxito no sólo del pueblo escocés, sino de todos los pueblos que aspiran a su libertad y soberanía nacional. La campaña del referéndum ha servido para poner en cuestión instituciones del imperialismo como la Unión Europea o la OTAN, además de abrirse el debate del futuro social y económico de una posible Escocia independiente. Al respecto queremos destacar la victoria del SÍ, por un 53%, en la ciudad de Glasgow, principal núcleo urbano de Escocia y principal concentración de población obrera industrial. Glasgow históricamente ha sido la vanguardia de la lucha obrera y popular en Escocia, cuna del movimiento obrero y de los movimientos sociales y populares de Escocia.

Consideramos que la victoria del NO, aunque haya sido por un estrecho margen, ha sido fruto de la campaña del miedo y del terror desatada por los grandes partidos del imperialismo británico (conservadores, laboristas y liberales-demócratas) y los grandes medios de comunicación. El fantasma de la fuga de capitales, de la desinversión, el miedo a las posibles consecuencias negativas por la salida de la Unión Europea, la incertidumbre sobre la continuidad del uso de la libra como moneda, etc. , han pesado sobre la población indecisa, y seguramente la menos politizada, inclinando la balanza hacia el NO.

En este referéndum hemos podido comprobar una tesis que desde nuestro Partido venimos explicando desde hace tiempo: la imposibilidad de la “burguesía nacional” de encabezar y llevar a buen término un proceso de liberación nacional en una nación oprimida dentro de un contexto de capitalismo desarrollado, como es el caso escocés, o el propio caso catalán en el Estado español. Decimos esto por la campaña desarrollada por el Partido Nacional Escocés (Scottish National Party, SNP), partido del Ministro Principal de Escocia, Alex Salmond, proponiendo un modelo de independencia restringido, dentro de la UE, no republicano, utilizando la libra esterlina y por tanto permitiendo que Gran Bretaña manejase la política económica de la futura Escocia independiente, además de favorable a los intereses de las grandes corporaciones. Una versión más “radical” del SNP de Alex Salmond era la defendida por el Partido Escocia Libre (Free Scotland Party, FSP) que proponía para Escocia el “modelo noruego”. Podemos concluir que la “burguesía nacional” no ha podido ni ha sabido contrarrestar los argumentos del miedo lanzados desde Londres, porque de alguna manera compartían ese miedo.

Frente al modelo burgués de independencia, hemos visto a una vigorosa izquierda favorable a la independencia defendiendo una Escocia verdaderamente libre y soberana, fuera de la Unión Europea y de la OTAN, defendiendo una república independiente, popular, en favor de la clase obrera y de los sectores populares, como ha sido el caso de la Campaña por una Independencia Radical, llevada a cabo por sindicalistas, activistas sociales y partidos de izquierdas, destacando el Partido Socialista Escocés (Scottish Socialist Party, SSP), el Partido Comunista de Escocia (Communist Party of Scotland, CPS) y el Movimiento Socialista Republicano Escocés (Scottish Republican Socialist Movement, SRSM).

No se puede obviar el hecho de que el voto al SÍ ha sido un voto obrero y popular que entendía que la consecución de un Estado independiente era la herramienta clave para una transformación social, o al menos, para una mejora de las condiciones de vida de la población trabajadora frente a las continuas agresiones neoliberales de los diferentes gobiernos de Londres. El voto al SÍ no ha sido tanto un voto identitario como un voto de clase, ya que en Gran Bretaña ningún actor político le ha negado jamás a Escocia su condición de nación, tanto conservadores, laboralistas como liberales-demócratas nunca han puesto en duda la fuerte personalidad nacional y cultural de Escocia, aunque no siempre la hayan respetado.

Nos vemos en la obligación de hacer una dura crítica a las posiciones del Partido Comunista Británico (Brittish Communist Party, BCP) sobre el referéndum escocés. Criticamos lo que para ANDALUCÍA COMUNISTA es una posición izquierdista disfrazada de “obrerismo”, haciendo oídos sordos a las ansias populares de cambio y manteniéndose al margen de los sentimientos obreros y populares que entendían la independencia como un cambio social progresista. Si el pánico había cundido en el Gobierno británico, la UE, las grandes corporaciones e incluso en los propios Estados Unidos era justamente por eso, por el miedo a que la independencia condujera a un cambio social, a una Escocia antiimperialista, libre, democrática y popular. Con su posición, el BCP se ha puesto de espaldas al pueblo trabajador de Escocia y no ha favorecido el avance obrero y popular en otros territorios del Reino Unido, empezando por la propia Inglaterra.

Por último, no esperamos que el Gobierno español tome nota de lo sucedido en Escocia, a pesar de la victoria del NO. Al menos, los conservadores británicos han querido dar un barniz democrático, sus colegas españoles ni eso, haciendo gala de su herencia franquista recalcitrante. Lo que sí esperamos es que el pueblo catalán tome buena nota de las limitaciones de la “burguesía nacional”, y de cómo ésta es incapaz de llevar a buen puerto las ansias de soberanía y libertad de los pueblos oprimidos. Solo el pueblo salva al pueblo.

Desde Andalucía, debemos aprovechar este debate para plantear al pueblo andaluz como sujeto soberano y, por otro lado, para hacer ver a la clase obrera y al conjunto del pueblo trabajador que la lucha por un poder político soberano andaluz es la única herramienta que disponemos aquí y ahora para transformar nuestra realidad. Sin soberanía nacional no podemos plantear cambios políticos, económicos, sociales y culturales de calado. Si una parte muy importante de la población trabajadora de Escocia ha comprendido que la independencia era el camino hacia un cambio social, en Andalucía que está viviendo una auténtica emergencia social hemos de hacer ver que el cambio y la transformación también están en la soberanía y la independencia.

EL FUTURO PERTENECE A LOS PUEBLOS QUE LUCHAN POR SU LIBERTAD

7 thoughts on “Breves lecciones sobre el referéndum escocés

  1. Con un discurso mas rupturista, la diferencia del No hubiese sido mas alta, hoy por hoy. El discurso del miedo, gana en Escocia, Andalucia o china. Lo mas positivo de este proceso ha sido, que la ruptura va tomando cuerpo y discurso. Sigo sin entender los analisis de las izquierdas “oficiales” , esas que siguen viviendo en el siglo pasado y que tachan a todo heterodoxo de traidor.

    • En todos lo procesos de independencia exitosos del mundo el rupturismo era a saco, porque piensas que en escocia no se aplica?

  2. Ganó el “No” a la independencia en Escocia por un 55% frente a un “Sí” que superó el 45%. Horas después de conocerse los resultados Mariano Rajoy realizó apocalípticas declaraciones, afirmando que “los escoceses han evitado las graves consecuencias económicas, sociales, institucionales y políticas que habría supuesto su separación del Reino Unido y de Europa”. Por su parte el líder político de la burguesia catalana Artur Mas celebró la fiesta de la democracia británica, ya que por lo menos allí dejan votar a la gente. “Y estoy seguro de que habrían aceptado el resultado si hubiera ganado el Sí”, señaló Mas.

    No es verdad. No sólo no lo hubieran aceptado, ni siquiera hubieran aceptado la realización del referendum si hubieran temido verdaderamente un triunfo del “Sí”. No ha habido fiesta de la democracia ni voluntad popular expresada “libremente”. Lo que ha habido en el Reino Unido ha sido una lucha interburguesa en la que Londres ha salido ampliamente beneficiada. Y por supuesto que el pueblo ha votado y se ha expresado, sobre todo la izquierda independentista lo tomó como una oportunidad y bien hecho está, sin embargo el contexto del referendum ha tenido elementos que hay que destacar y que son útiles para la coyuntura existente en el Estado español.

    Correlación de fuerzas

    El ministro principal de Escocia Alex Salmond anuncia el referendum en enero de 2012, es decir, cerca de 3 años antes de su celebración. Inicialmente el primer ministro Británico David Cameron acepta el referendum porque sabe que el “No” es mayoritario.

    Desde ese mismo momento la maquitaria de propaganda inglesa, consciente de la magnitud del berenjenal en el que se está metiendo, empieza a funcionar a todo gas, machacando a la población con los beneficios del unionismo y las catástrofes varias que supondría una hipotética independencia escocesa.

    Hasta hace un año todavía la burguesía escocesa no había abordado la movilización del voto por el “Sí” con seriedad. Todo el mundo sabe que existe una conciencia escocesa, un idioma (el gaélico) y una amplia cultura que hace de caldo de cultivo para una posible y justificada independencia. Pero si eso no se moviliza hacia el objetivo de ganar el referendum, lo que ocurre y ha ocurrido es que la campaña del miedo desatada por Inglaterra surte efecto y la gente acaba comprando el mensaje de “me siento escocés pero la independencia no es necesaria”.

    La campaña por el “Sí” fue impulsada por la izquierda independentista con determinación y unidad, aunque con medios excesivamente humildes, mientras la burguesía escocesa lo hizo demasiado tarde. Sólo en la recta final empezaron a contrarrestarse los argumentos ingleses, empezaron a verse carteles de “Yes” en las ventanas de las casas escocesas y los puestos de información en las plazas de pueblos y ciudades. Por eso a finales de verano la clase política inglesa se asustó cuando apareció una encuesta que situaba al independentismo a punto de la victoria; lo utilizó para elevar todavía más la alarma y seguir activando el “No”. Pero es normal el susto. El “Sí” ganó en Glasgow, la ciudad más grande de Escocia, con fuerte tradición de lucha obrera e internacionalista. No es poca cosa. Sin embargo perdió practicamente en el resto del territorio, incluyendo áreas del norte de Escocia donde el gaélico está mucho más presente.

    En la imagen vemos que el área azul es aquella donde ganó el “Sí” y el área amarilla es donde ganó el “No”.

    Los cálculos de la burguesía inglesa habían funcionado. Ahora no sólo seguirán teniendo al pueblo y los recursos escoceses amarrados por una buena temporada más sino que encima pueden presumir frente al mundo de ser un ejemplo democrático. La victoria es redonda.

    Y para los focos de resistencia un aviso: los ingleses tienen su contigente de apoyo en Glasgow también. El día en que se conocieron los resultados del referendum el “No” salió a las calles de Glasgow a celebrar y a enfrentarse a los seguidores del “Sí” que llevaban semanas con un puesto informativo en la céntrica plaza George Square. Cientos de unionistas, muchos seguidores del equipo de fútbol “Rangers”, colonos ingleses, borrachos y violentos, provocaron a los independentistas e incluso llegaron a enfrentarse físicamente a la policía, quien inicialmente hizo un cordón de separación aunque poco después se vio desbordada.

    En definitiva, bien jugado por parte de la burguesía inglesa. Ahora bien, pongamos la lupa en lo importante: Inglaterra sabía que el sentimiento escocés estaba desmovilizado, que el idioma gaélico es actualmente muy débil en comparación con otros lugares como, por ejemplo, Euskal Herria, Països Catalans o Galiza. No es una fiesta de la democracia, es apostar por el caballo ganador. Es jugar a la lotería cuando ya conoces el número premiado.

    En todo caso si bien en términos globales la victoria es del unionismo, el pueblo escocés y en particular la izquierda independentista ha vivido un trascendental proceso histórico, de organización y de toma de conciencia. Estos deben ser los mimbres para continuar trabajando y construyendo. La victoria del “No” en ningún caso es un fracaso, es un resultado que aporta valiosa información acerca del camino a seguir. En realidad ser mayoría es un objetivo alcanzable y eso también ha quedado claro el pasado 18 de septiembre.

    Catalunya

    La burguesía dominante, en este caso la española, sólo juega a permitir el referendum si el caballo ganador es el suyo. Si sabe que puede perder entonces alude a los argumentos sobre legalidad, imposición y un largo blablabla. El pueblo catalán está mucho más movilizado que el escocés, y su cultura más implantada en ciertos aspectos. Por eso estamos presenciando una lucha entre las burguesías catalana y española, y al mismo tiempo una izquierda independentista presionando a la burguesía catalana para que no ceda, a través de llamamientos a la desobediencia. De la fuerza real que el conjunto de la izquierda indepentista logre desarrollar dependen los beneficios que el pueblo catalán pueda sacar de este proceso.

    Por tanto el escenario es claro: no hay fiesta de la democracia ni voluntad popular expresada “libremente”. Hay lucha interburguesa, lucha de clases y acumulación de fuerzas revolucionarias.

    http://www.lahaine.org/mundo.php/blanco-sobre-negro-el-quot

  3. El discurso del miedo ha convencido porque ha mobilizado a gente mayor y conservadora, pero los jovenes, la gente de las ciudades y barrios mas populares i trabajadores se ha decantado calramente por el Sí,

    El Sí es futuro, el No es pasado

    • y quizá un discurso del Sí mas rupturista y de cambio social podrá movilizar mas a la gente del futuro que el No pueda movilizar a la del pasado

  4. Vallamos al turrón, ¿es que si hubiese salido un 52% a favor del si contra un 48% del no y una participación en torno al 55% del electorado sería garantía de una formulación soberana del futuro estado independiente sin riesgo de ruptura a las primeras de cambio?.
    Es decir, ¿sin riesgo de la reclamación de una nueva consulta que revocase dicha soberanía, y dependiendo de la trayectoria socio-laboral y económico adquisitiva desplegada al albor de los intereses de la burguesia y el capital, incluso con mayor participación y en consecuencia con una diferencia mayor en el porcentage a favor de insertarse nuevamente en UK?.

    No se ¿eh?, por abrir el abanico de posibilidades nada más.

  5. posicionarse con el si o con el no en una realidad de la que no sabemos casi nada me parece……no se. Porque hemos de estar a favor del si? En un supuesto referendum de independencia en Texas tambien habriaque estar por el si?

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