Que fácil es echar a la puta calle a jóvenes de clase baja

Autor: Borroka garaia da!

Hoy hay más de 20 jóvenes humildes de clase trabajadora durmiendo en las calles de Iruñea. Y no es porque sean sanfermines, que ya pasaron. La burguesía local ya ha llenado las arcas y los impedimentos al movimiento popular han parecido que ya entran dentro del programa oficial de fiestas.

Están en la calle porque las instituciones navarras así lo han decidido, desalojando un espacio ocupado que daba cobijo a las vidas de decenas de jóvenes. Mientras eso ocurre, los hijos e hijas de gran parte de los parlamentarios navarros están de vacaciones o haciendo cursos de inglés en Irlanda.

Dice el gobierno de Navarra que el desalojo llevado a cabo por la policía foral se ha producido de forma normalizada y pacífica. Aunque siempre ayuda que la policía te diga antes que si sales rapidito te dejamos sacar las cosas y no te asamos a denuncias (aunque sea mentira). Y que en días previos como el de la ocupación como denunciaba una vecina del casco viejo de Iruñea “tuvimos que soportar que agentes de la Policia Foral con malas artes nos empujaran y nos identificaran, multando finalmente y de forma arbitraria a una de las vecinas que allí nos encontrábamos. Nada bonito consejera Beaumont, en mi opinión, sería necesario interpelar a aquellos agentes su actitud chulesca y déspota, mi rechazo a su actuación, a sus empujones y sus actitudes y supongo que l@s jóvenes que allí se encuentran tienen que estar muy fastidiad@s con la actuación de la policía foral que les impide, bajo órdenes, introducir comida a l@s jóvenes que allí se encuentran, esto no es justificable de ningún modo”.

A parte de normalizados y pacíficos son unos valientes nuestros cuerpos de seguridad y nuestras instituciones. La pena es que no lo sean tanto para desalojar las Bardenas o los cuarteles o para llevar a cabo una política de vivienda decente, ya que el derecho al uso y disfrute de una vivienda digna, sigue siendo negado por el actual gobierno autonómico pese a la existencia de nada más y nada menos que 35.000 viviendas vacías en Nafarroa y que aún quieran construir más llegando a acuerdos con especuladoras, banqueros y jueces. Recientemente desde el movimiento popular se preguntaban ¿Por qué el Gobierno y las distintas administraciones siguen teniendo vivienda vacía ? ¿Por qué lo poco que se alquila exige unos precios imposibles de alcanzar para muchísimas personas? ¿Para mantener los precios y las rentas altas, garantizando el negocio? .

Es la forma normalizada y pacífica a la que tienen sometida a la juventud y no juventud trabajadora cuando tiene imposibilitada el acceso a la vivienda, al trabajo o a tener una vida digna. Pero la propiedad privada y el lucro derivado de la especulación, junto a las leyes y policías encargados de sustentarlo poco tienen de normalidad y de pacifismo y sí mucho de capitalismo. Como recordaba la asamblea del Gaztetxe de Iruñea, “La vivienda es un derecho universal para cualquier persona y éste es negado por el Capital al convertir nuestros deseos y necesidades en mercancía”. Por ello creemos que es totalmente legítimo practicar la desobediencia ante el orden establecido para conquistar una necesidad tan básica como es la vivienda” y de esta manera dieron su apoyo a los jóvenes que había re-okupado el edificio de Compañía-3.

Dicen las instituciones navarras que van a a destinar 450.000 euros para el edificio y ponerlo “para la juventud” y algún que otro local comercial. Sería de risa si no fuera porque precisamente han expulsado a la juventud de ella que además no iba a despilfarrar 450.000 euros. Un gasto tremendo para una problemática que estaban resolviendo directamente esos jóvenes en el edificio pese a la criminalización barata que se ha lanzado contra ellos.

Los jóvenes desalojados han afirmado que volverán a ocupar “por necesidad”, la otra necesidad es la que tiene la burguesía navarra y capas subalternas para especular o intentar poner bajo su control toda iniciativa social que rompa sus esquemas normalizadores de la injusticia.